Cómo florecen las orquídeas

Batiendo el elixir de la paz como una coctelera de rusa ascendencia. Después el orgasmo nace la culpa de una angustia incomprendida. Dejar se ser jamas sera la opción para afligir lo afligido por otros.
El renacer contrastado de un otoño floreciente, forma la imagen móvil de una instantánea en nosotros. Las hojas verdes y rojas se tocan, hacen el amor a través de tiernos roces otorgados por el viento. El fuego cae ya muerto, se desquebraja y se hace uno con el tiempo, se hace con la tierra de la que nacemos.
Es mi imagen personal de un pasado pensamiento, un algo que no fue nuestro, algo impersonal que dilucido maravillado en mi sueño despierto. Una mujer inspirada, bella como ella, amada hasta el infinito si sólo supiera.

Horoscopo

No creo que las estrellas expliquen nuestras miserias.

Animales

Hay maldad en prácticamente todo lo que respira, y de esa abultada mayoría, poca ternura.
Si te alimentan a golpes y gritos, seras violencia y ruido.
Nutrido a cariño, benefactor de mimos.

Novias

Dos días para entrar, dos semanas para despegarse; premisa simplista.

De tonos

La soledad me ha aportado mucho, y se que cada persona que alejo con mi forma de ser dará lugar a la entrega de un mundo hermoso para quien lo merezca.

Ignoro su nombre, desatiendo su raza, me sobra su posición, su religión, su procedencia. Busco tan sólo sus ojos, con los tonos del cosmos.

Lo que toca

Mira Vicente. Mientras los capullos guaperas de 14 años empezaban a coger, nosotros nos creíamos que nos íbamos a follar a Irene en Palencia. Fuimos inocentes, vimos fleje de cine, de documentales, viciamos on-line, salimos, disfrutamos en la playa, reímos, y nos dio tiempo a pensar y crear unas personalidades. Personalidades que nos dieron la capacidad de poder amar a cualquier mujer, buenas, o malas, con falta de afecto real, que necesitan sanar. No nos pasamos desde los 14 hasta los 30 yendo todos los findes al sur a sacarnos la camiseta a ver si pillábamos. Invertimos a futuro, y seremos unos mierdas para todos, pero somos buenos para el mundo.

Afectos rotos

En la volatilidad de una enfermedad que fragua en la cabeza. El ser interior se derrite anulando el bienestar. La tristeza se hace única como la sonrisa que entre mareos se materializa. La ilusoria del febril virus que me acompaña.
Ausente en la presencia, en mi la tristeza de no saber actuar de la manera correcta. La historia no me ayuda a calcular las variantes establecidas, la estadística falla. Muriendo de ganas por estar cerca en el final.

Lloro, sin vergüenza, sin presencias. Complementado por el estrato oscuro de los tibios muros.