domingo, 22 de mayo de 2016

Sus propias


Buscando en los retazos de lo perdido, lo nunca obtenido. Papel, memoria llena; discursos inconclusos con un mismo sin titulo. Nombre perdido.

Miro sin mirar, observando su conquista. Nada dicen y siempre están, imponente tonalidad. Y en mi ser, se maneja un caos de disfuncionalidad motora, el organismo falla en la incertidumbre absoluta. El cuerpo sabio a perdido la razón de la autosanación, estúpido, absurdo. Absorto en tus ojos únicos.

Sin la moralidad de cuestionar una razón u otra, quien promete cumple, por si el honor toca a la puerta, pero fielmente certero hacia su princesa. El deseo que atreviera agudo el corazón, el descontrol eléctrico cauterizando el alma y su todo.
Un encuentro, quizá dos, sin miedos, consciente del horror ajeno. El anfitrión femenino de gran porte todo lo domina, y su sonrisa ligera se abre como una almeja en tiempos escasos, una jugosa lengua entera, lubricada y dispuesta. Sin pensar, enreda la templanza de la virgen acalorada. El iris resplandece en un tono incontrastable, a ganado, el lazo de mis brazos.

sábado, 21 de mayo de 2016

Miel antigua


La mirada no puede callar como lo hacen las palabras, una lengua que no se mueve obtiene un silencio, los ojos pueden aislarse tras los parpados y los oídos ser ayudado por las manos. Aun así poder miras tras la fotografía que capta un momento de la vida, respira sin hacerlo, es quien sin serlo.
Una luz inspirada del plasmado recuerdo. Allí estará, bagando, y fielmente almacenada en un álbum, dos dimensiones acariciaras con tristeza, trasladando al ser, al espíritu del deseo incierto.

viernes, 20 de mayo de 2016

Otra con mascara


Una mascara mortuoria para recordar quien fue mi dueña, bajo el aniversario global del dios príncipe. La postal muerta del tatuado desconcierto.

jueves, 19 de mayo de 2016

Llegada sin final


No supe, ni sabre jamas, de que manera adecuarme a los estímulos emocionales de los demás. Fue terror, fue egoísmo o celos. No pude imaginarte en aquel estado, bajo el lúgubre manto de otro estando, entre tus brazos. Te incite al sexo no carnal, meramente emocional, y en la promesa de amor y pureza plenos, tu negación, pues la banalidad era la respuesta indicada para la ocasión.
Prácticamente nadie encontrara el amor verdadero, pero mucho menor la posibilidad de enamorarse de un sólo gesto. Tus ojos me derriten entero, no puedo resistir, se ha clavado en mi algo tan potente que me es forzosamente imposible huir.
A pesar de comprender del lado a lado, no me evita pensar, lastimosamente sufrir por la perdida de lo nunca experimentado. Conozco meramente tu boca, el tacto tras las tela de tus senos en los que agónicamente me he soñado amamantando. Sin poder defenderme, victima de mi insuficiente madurez, de llegar a un lugar donde tú y yo podamos estar, completamente absortos en un instante eterno. Desmitificado al nacer el mito. Enamorado ciertamente del fuego.

Al hablar de mi, con tantas dudas, con tanta certeza de un porte que te cuidaría. Indefendibles fueron las razones del rechazo, comprensible mi malestar, e irónica la actitud posterior que mostraste. Llore, por chicas como tu mis ojos se lamentan. El hipnótico deseo de despertar por siempre en tu amanecer. Tristezas.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Arcoíris sin lluvia


Hay dos lugares donde podemos estar, aquí y allá. Dos opuestos que conforman todo, y en aquel punto, un uno.
Un bien, el mal, lo mismo ante el filtro deprimido de observar. Tus ojos, que ven el cúmulo de un limitado conjunto. Terceros a la par, observan distancia y soledad. Quizás, sin la gloria absurda de las penas, con el coraje de vivir sin barreras. Salidas sin cuotas, sin reprimendas. Verdades frías, a veces tibias. Fruto de la más absurda locura, arcoíris sin lluvia.

martes, 17 de mayo de 2016

lunes, 16 de mayo de 2016