lunes, 30 de abril de 2018

Donde tus recuerdos no están


La amistad no es reciproca. Hace falta dos para formar una pareja, pues la misma palabra así lo expresa, pero la amistad puede ser la relación más solitaria y dolorosa que puedas tenes, pues no es necesario de otro para que exista.
Puedes estar pendiente, pensar, sentir, amar, desear, puedes estar allí o ausente, cerca o muy lejos, puedes vivir momentos con la otra persona que resultan de un valor trascendental, y todo eso puede pasarte a ti sólo, y ser un recuerdo fugaz para el otro.
"¿Cuántas veces nos llega el recuerdo? ¿Cuántas veces nos tiramos en la cama de aquella manera? Esos momento en que hablábamos y hablábamos, en el que nos decíamos tantas y hermosas cosas. Recuerdo aquella vez, se puso a llover he hicimos el amor por primera vez. Me dijiste al oído cosas bonitas que me hicieron jurar sin voz un amor eterno... ¿Vos también recordaras ese momento? ¿Recuerdas aquella vez en el parque en el que vimos correr a un señor desnudos, cuando se me cayo el helado y un camión lo atropello, cuando de noche paseando cayo muy cerca un meteorito que fulminaba tras surcar el cielo? Todo eso fue muy mágico y gracioso. ¿Cuántos momentos que yo si recuerdo... serán realidad?"
Es entonces, en aquellos pensamientos tan personales e incontestables, donde la amistad deja de ser algo mutuo. Donde tu sigues dando sin dar, donde tu estas sin estar. Sigues en una relación con mis recuerdos que perduran en el tiempo.

A veces es culpa nuestra, por querer ver donde nada hay, porque de igual manera somos fantasmas eternos para otros, y lo somos todo para quienes solemos ignorar. Somos victima y ejecutor. Nos creemos lo mejor cuando somos lo peor, y sabemos criticar a los demás por no dar lo que antes no supimos dar. Lloramos por alguien mientras otro llora por nosotros.

domingo, 29 de abril de 2018

El alma de las palabras mudas y desvalidas


Porque lo más duro son aquellas palabras, las que no condicen con la realidad. Las que fueron dadas en momento y lugar, diferente al escenario que se da. Uno construido para ser desechado en un perpetuo olvido, desechable en el más cruel de los destinos. Porque ya no hay palabras de amor, cruenta perdición.
Porque ya no hay palabras y las antiguas son desvalidas con las miradas, las que se encuentran y las que se guardan. Pues a verdades todas amañadas.
Un amor muerto que se conforma con el pasado, el que brillara en un antaño en partes recordado, bien anclado. La espina dolerá en el mismo lugar, aquel que busca dilucidar lo que hubiera sido un buen final, y entre ambos la eternidad. Pues el martillo que golpea también crea, amolda con su fuerza realidades paralelas.

sábado, 28 de abril de 2018

Viejos hombres sin tiempo ascendientes del miedo


La bomba atómica les creo una erección tal, que recién ahora les esta subiendo sangre al cerebro.

No parece reducir la metástasis, la necrosis se extiende, bullendo con hambre entre los egos de las mentes débiles.
En el yermo de plomo las paranoias se reúnen en sectas sin plan, planeando sin ideología la anarquía de los ciegos. Cargando en plata el remedio de los miedos.
Cazando gritos, bañados en lagrimas, los cazadores se escaramuzan en indefensas dianas. Ejércitos involucrados en el vaciamiento legalmente aceptado de las venas del estado, los recursos y potestad de quien no puede luchar.
Quienes parten de la ignorancia son irecuperados, herramientas de un mundo putrefacto fabricante de esclavos. Programados en la empatía blanquecina que abraza impunemente las garras del amo, mientras el hostiar de radiaciones y pesticidas manufacturados se afianza en el común popular, urbanizando su mito, minimizando daños. Derogando consecuencias en palabras necias dictadas a humos por el político de turno, tranzando y trenzando, citando el engaño.

El castillo de sangre cimentado en cadáveres se eleva apilando cubos de carne. Las entrañas se amoldan formando esculturas que evocan la muerte misma de aquella locura.
La demencia de un rey: siervo del pasado que le fue heredado por aquellos que de igual forma fueron contaminados.

viernes, 27 de abril de 2018

Nuestras almas



Es el encaje ideal hacia la constante de incertidumbre que va dando y se da. Que llega y se va con cada personalidad, dejando en uno su realidad. Un carácter que se camufla en el filtro de nuestra esencia elemental, creada en base a los momentos y aquellos encuentros. Juzgar los ojos y la voz, cuando lo que habla es lo particular de su despierto soñar; y a pesar, la probabilidad, daño interno por enraizamiento. Pues el amor entregado es cruz y sentencia sin tiempo de condena, la perpetua duda encarcelada entre rejas abiertas, libres para crecer a través de los limites del alma de vidas limitadas. Lo definitivo y etéreo que logran las mentiras, las contadas y creídas, las auto infligidas, regaladas en ego, en deseo verdadero.
Un abrazo de amistad que se larga sin parpadear, silencios referidos a la eterna lealtad de un amor original. Un bosquejo de dados lanzados construido al lado de quienes han sido amados.

jueves, 26 de abril de 2018

Derecho de imagen


Hay quien se han hecho ricos en base a aquel verbo, y hay quien lo fomenta sin merecerlo. Presumir de cualquier manera esta mal, es toxico y peyorativo. Los estudios demuestran que las personas son más felices cuando se desconectan de aquellas redes sociales que exponen la frivolidad sobre cualquier otro sentido. Vivir proyectando en los demás sus "éxitos, logros, riquesa o belleza". Sin vernos a nosotros mismos y valorar lo que somos.
Vivir en torno a otros y que otros vivan en torno a nosotros, en etérea presencia, nada sano.

Entiendo perfectamente lo cautivador que puede llegar a ser, lo seductor de una imagen de postal prácticamente paradisíaca, el retrato de un rostro que alberga un perfil, una tez y sus ojos maravillosos, la cena espectacular envidia de la más profunda gula. Lo entiendo y caigo y resurjo de la lucha de mis propias contradicciones, la vergüenza o la lujuria. Pero es mejor saber que fluir sin ver.