domingo, 30 de noviembre de 2014

Sino del vacío


Lo que me haría realmente mal es no poder amar a alguien que me amara (amar no es follar)

sábado, 29 de noviembre de 2014

Dentro de


Llevo el mapa conmigo de un laberinto perdido creado por mi en sueños de pesadilla. En el se pierden todos mis recuerdos, los miedos y deseos. Se cruzan, se topan y luchan entre si para escapar, para intentar ganarse en el afán de ser los primeros. Cada día algo viejo logra terminar, algo nuevo entra confundido, pues en mi vida me siento perdido.

Una vez entre, estaba un poco ebrio rodeado de los amigos que nunca lo fueron, mirando beber a una pequeña señorita que deseaba con sinceridad. Ilusionar, robarle mi copa, verterla encima de sus ropas y lamer frente a todo el publico de la plaza de la catedral, arrancar las prendas y hacerla sentir audaz, excitada. Ese pensamiento nunca llego; ni la profundidad de pensamientos que pueden llegar ahora, relatando una situación en la que tú en casa puedas excitarte. Podría haber pensado en ella, haber sentido algo cuando la vi sin saberlo por ultima vez a los ojos. Cuando vio los míos que no recuerda. Yo no sentí nada pues ya lo sentía todo, salí de casa perfumado, feliz y enamorado.

Las crónicas de la verdad eran complicadas, sumamente doloras en un palpito desahuciado, jamas sentí mayor amor, jamas sentí mayor dolor. Esa amiga que era tan grande, importante, me estaba enamorando de ella con verdaderos sentimientos de amor eterno. Antes de amarla ya había decidido cuidarla, vinculado mi vida a darle todo lo posible para mejorar la suya, para que supiera que de mi siempre obtendría alegrías. Me lo jure, me lo prometí, me enamore por primera vez de la persona a la que le prometí más y con más verdad y convicción de poder darle algo real, algo que fuera incondicional y en serio. Si no fuese yo, quien seria era la pregunta, sospecho que no existirá nadie más. Si ser único es mi destino, estar conmigo es el suyo.

Sexo por amor, muerte en asesinatos, dolor y deseos, de eso escribo con frecuencia, de eso vive mi instinto más vulgar cuando de mi nada crece. Pienso en tus deseos, intentando entender porque no podrían ser nuestros, tan iguales en lo distinto. Siento que algo entre los dos fluye, tú usas unas gafas que te evitan ver lo que tus ojos desnudos pueden. Lo que esas noches hermosas te dejan ver en mi, cuando no existen distracciones en tu alma y la soledad te da la pureza de saber que conmigo te sientes bien. Sin perdidas ni mentiras extrañas, cada beso y caricia sutilmente diseñada para tu confort, buscando felicidad tras el placer, sintiéndote segura al compartir el almohadón.

Existe un trabajo que iniciar, paciencia para esperar, entre tanto conocernos más, disfrutar de los momentos y no sentir complejidad por la soledad, estar juntos o alejados no tiene que ser un factor si los corazones están conectados, si se sabe que en un futuro estarán juntos, todo los besos no dados serán dados, la felicidad aumentara a limites insospechados donde siempre seremos uno. Yo busque tras muchas mujeres y no encontré, vos has estado haciendo lo mismo y nada a pasado. Para mi la respuesta es perfecta y lógica, es la mejor, tan simple como el verdadero amor.

Para que seguir buscando he intentando, para que volver a andar cuando ya hemos llegado, subir otra montaña donde posiblemente no haya nada, para que volver a preparar un nuevo viaje cuando ya estamos en el oasis. Las preguntas son muchas y las respuestas siempre salen nulas.

viernes, 28 de noviembre de 2014

No son cualquiera tus lugares


Es el perfume de un viejo incienso que se quema para descontaminar, el la humedad que limpia huellas eternas, una gota de sudor cae sobre las manchas de la propia sangre diluida en un producto limpiador. Lagrimas de lo cotidiano son parte del pasado.

Son las cosas que quiero pensar, porque no solo satisfacen en un pensamiento objetivo mis deseos, son compartidas en una idea de mutuo entendimiento, donde los protagonistas gozan de ser igualmente felices. Eso no puede confluir en egoísmo, en el señalamiento de un idea atroz, podrida, horrible.

Un grito maternal, hermandad. Miradas que señalan, juzgan, maltratan. Lo merecido y lo desmerecido unidos, un solo conflicto, uno extinto, mil verdades soportadas por mentiras. La realidad actual, un futuro más allá

Donde las mentiras cercanas se duermen en las verdades lejanas, ese es tú lugar. Al lado de un cuerpo que te ama, lejos de otros que finjan intentar entender los fantasmas, los humores y las ganas de vivir y volar que intentan despegar esas alas desplumadas.

Uno y otro amigo, alguna amiga lejana, cosas difusas de un sentimiento plenamente adolescente, procesos del sentimiento en crecimiento. Una bondad difusa, una verdad ciertamente pura, una mujer de alma hermosa encerrara en el cuerpo de una diosa.

Cierto lugar lejano, muy lejano, tan lejano en lo personal como en lo real, tan lejano como para que el vago mal pueda llegar. Entonces la felicidad es lo único que te queda, la paz en un hogar privado, construido con tus fuerzas y ganas, por ti, para ti, del amor que sientes por mi.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Doble encuentro


Empiezas a sentir un olor a fragancia floral, la tele cambia de canal sonando una canción favorita que te recuerda a mi, se proyecta en la pantalla una luz brillante naranja como el sol. Sales del cuarto, la música parece provenir de fuera, de todas parte, como si estuviera en tu cabeza. Vas hacia el salón dirigiéndote hacia la puerta para abrirla como si una fuerza te obligase, lo haces pero no ves lo habitual. Tu casa esta en una colina nocturna, rodeada de flores que se iluminan por el volar tintineaste de millones de luciérnagas. Entonces esa magia se frena cuando detrás de ti escuchas un sonido que te da vuelta, se abre la puerta del congelador, y ves desde lejos como salta escarcha desde dentro. Algo se arrastra en su interior, la curiosidad te llama y saltas en un paso hacia atrás al sorprenderte por ver a un hombre maduro nacer de ella. Cae parido por el hielo, totalmente desnudo y frio, cubierto con una capa de nieve. Te acercas tras la barra a mirar, la puerta del congelador de cierras logrando ver un túnel negro que sopla un aire frió. El hombre tiembla en el suelo, el hombre eleva la mirada cuando te agachas para elevar su cara. Soy yo, frente a vos.

Al reconocerme te sorprendes pálida, me ayudas a levantar, tomas mis manos y al incorporarme miras el dorso de mi brazo, y allí esta la comprobación de que soy yo, tu nombre cifrado en el, tintado para siempre con el color de la miel. Con tu abrazo secas la escarcha, limpias con el contacto parte del frió de mi piel. Tu mano abraza mi mano, me lleva consigo al baño.
Me miras, tímidamente me miras, curiosa de mi, de quien soy. Tras la mirada te apuras para abrir los grifos que lanzan agua. Me invitas a pasar para calentarme. Me sientas para acariciar con tus manos el cuerpo que con tus mimos vas calentando.
Me tocas todo fingiendo no querer tocar, actuando muy profesional. Me sacas, me secas con una toalla, me la envuelves como una capa y me vuelves a llevar. Al entrar me ves mirar tu cuarto como desconcertado, yo en todo momento no he hablado. En tu cuarto me sacas la toalla y me sientas en la cama, te paras entre mis piernas para secar mi cabello con respeto y cuidado. Pasas la toalla por mi rostro, me miras, tus dedos miran mis labios con el tacto. Te veo morder tus labios.

Me das la espalda y das los pasos necesarios para cerrar la puerta, luego le das la espalda y te apoyas en ella. La distancia que nos separa no es nada, ya me tienes solo para ti. Cada paso que das es una prenda menos en ti. Desnuda me empujas hacia atrás para tirarme contra la pared, te sientas de espalda acercándote más. El cabello largo se enrosca con tus manos cayendo por delante, bajando como catarata por un pecho. En la nuca observo que por tu columna baja otra, una metálica y ruda. Me esperas para abrir la cremallera, los dientes que se abren dejan escapar una luz cegadora, entendiendo por fin en el contacto contigo todas las razones y misterios en un segundo resueltos. 

Bajo hasta el final que llega hasta tu cintura, brillas, eres toda tú, pero de energía atómica solar. Te desenfundas, te desnudas de verdad ante mi, la capucha de tu cabeza, los hombros, se despegan de tus pechos bajando por el abdomen, parándote para quitarte las calzas de piel de tus piernas, tus pies. Luego giras, con los pezones tras un brazo, una mano tapando la entrepierna. Tu rostro original es igual de perfecto, es el mismo, tan puro y abrumador, un cristal de ámbar aun vivo. Te acuestas en mi, acurrucándote, dejando libres tus brazos para abrazarme cuando te cubres luz con piel en mi cuerpo. Abres tu boca desde abajo para comerme los labios, y al aceptar ese regalo el contacto de las bocas crea un estallido, brillo contigo.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Trascurrir presente en estado pasado


Lagrimas rojas frescas que no se secan, la sangre corre en varias direcciones, seca en labios, coagulo en alma. Se asume un alma en dudas y desde allí se pierde la bruma. Pétalos que nacen invernales, mueren al calor de estaciones solares. La canción francesa del sol escucha ahora mis lagrimas al son del corazón. Solo en la oscuridad puedo pensar, razonar sobre pensamientos profundos y el recuerdo. Cuantas preguntas verdaderas cuentan mentiras. Timidez, desconfianza, conservación. Rivales dignos por experiencia. Los únicos que realmente merecen la pena. Usa para creer y da para proveer.

Como un cadáver fosilizado, yeso desquebrajado entre la hermosa sexualidad de tu cuerpo. Odios y amor que no significan nada, una vida al servicio de nada. Se va de ti todo dolor con esos colmillos de gato que muerdes al orgasmo, como la carta violenta que cambia a la dulzura de una verdad tímidamente oculta que ignoras a la luz de unas lampara callejera que hace las veces de luna.

Una filosofía de cuarta que vale más que nada, lo mejor que obtendrás. Odio que no se consume jamas vive dormido en un incesante tibio calor, tan leve para tomar y tragar.

Creía que las cartas en blanco y negro eran suficientemente doloras, pero de nada sirven si el único que sufre soy yo, de nada sirve que el daño éste hecho para disparar, a herir nuevamente la sangre ya caduca. No sucumbas y recuerda que lo que fuimos siempre sera, ni novios, ni amigos, nosotros mismos como equipo.

martes, 25 de noviembre de 2014

Esos baños de dos horas


Desnudando tu cuerpo, como si lo estuviera inspeccionando milímetro a milímetro mientras la tina se va llenando con agua caliente que desprende vapor. El jabón en mi mano es la esponja que recorre todo tu cuerpo, sin lugar donde el perfume que llevo conmigo en el tacto no logre llegar. El agua de lluvia corriendo por tu piel, llevándose mucho más que sudor, llevándose consigo todo, dejándonos solos. La espuma en tu cabello que electrifica de placer, ronroneas cuando todo el largo de tu hermoso cabello se llena de fragancia, de mis dedos bailando sobre las hebras de seda negra. Aquella bata, yo sentado en el retrete y vos en mi regazo, la toalla formando un turbante que imita la corona que el trato de princesa otorga. La crema en tu cara, en tu cuerpo, esa que yo expando para cuidar esa suavidad incomparable que no dejo de admirar a lo largo del día con roses y caricias. Llevarte a la cama y admirarte plena, eligiendo la ropa como si fueras un bebé, vistiéndote, amándote. Entre las sabanas yo me envuelvo en ti para acalorarte, para cuidarte, para mimarte y darte esa satisfacción que te dan la seguridad de mis músculos al rodearte en esas noches frías en las que te sientes tan segura.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Imágenes enteras


Dos personas que se aman conectaran. Más allá de los espacios vacíos existe una realidad ocupada por los miedos ya nacidos. Lugares misteriosos a los que llegar, lugares hermosos siempre esperando, en cada trayecto nace un oasis que aguarda por momentos secretos.

Saber estar forma parte del enlace triunfal, entender la realidad beneficia el tiempo, cada segundo tras cada parpadeo, encontrar al aliado en los sueños.

Sentada a mi izquierda ella es la más bella. Mira los caminos en silencio mientras suena una música que le provoca paz. La tranquilidad es un aliado y ninguno dice nada innecesario, toma mi mano mientras vamos juntos a la cuarta marcha, todo se acelera en minutos a cámara lenta.

La piel de brilla es una buena película, la piel que brillas es una maravilla. Dueño hoy de todo un ser humano, poseído por lo poseído me lleno de la sensación que lo es todo. La sonrisa, la mirada, la gracia de ser divina, el intelecto naciendo de la caligrafían me conmueve hasta las entrañas; llena en mi el producto que evoca la trasformación.

Lo que ya no cuelga de la garganta nunca fue, las verdades anticipadas fueron ignoradas, las palabras son vínculos que estrangulan o abrazan, el amor de verdad prevalecerá sin artificios de bisutería barata.
Ni los besos ni los abrazos tienen la potestad de la lucha diaria, porque la hombría calificada solo la da la consciencia sensata de aprovechar la vida para alguien más. Donde la princesa es puramente amada.

Las fotos se camuflan en algo superior, una tras otra van pasando, acumulándose en mi regazo, formando ya una avalancha más hermosa que una catarata. En mi mente ya no se si miro una u otra, pues todas ya son grandiosas en un mosaico espiritual donde en todo momento estas a mi lado.

Cuanto falta, lo repetimos sin pronunciar palabra, nada calla, todo forma parte de la intrincada verdad de la satisfacción final. Espero que tus pies soporten la espera, que ninguna otra mirada confunda lo que ves cuando dejas por unas horas de verme. Espero solo una cosa real y no es una petición lejana, mi promesa personal de no volver a tropezar en el camino de ser quien debo.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Amor actual para enamoramiento futuro


Si hablamos de grandeza, fuimos heraldos de ella. Reinando aquel mundo imaginario que materializamos desde los corazones cortados a nuestros labios, ese tacto y su significado. Allí junto a mi, junto al conjunto de factores que nos hacen únicos, el baúl tras la cornisa de los pies de la cama, donde nos reguardamos del frio bajo sábanas, donde juntos somos calor, en aquel hogar, en aquel tesoro guardamos todo. Lo levanto con fuerza para depositar frente a ti que estas sentada en la explanada de la habitación, me admiras en el proceso de llevarlo frente a ti. Me recibes con un beso en la boca cuando voy a acompañarte imitando tu postura, la lengua entra en mi boca que se abre por inercia, uno de esos contactos que terminan desnudos. Me respiras mirándome a los ojos, tan cerca que siento enloquecer, tus besos siempre son como el primero, tan dulces y perfectos.
Dentro del cajón antiguo guardamos todo, nuestros recuerdo lejanos y próximos, fuera de el los proyectos actuales y futuro, bien presente donde queremos estar, sin olvidar nunca hasta donde hemos llegado estando unidos. Mientras miramos, nos acercamos a pesar de estar ya abrazados, el cuerpo estorba en el abrazo espiritual en el que nos encontramos, a veces miradas que terminan siempre en besos, lagrimas unisonas mutuamente secadas, probadas, admiradas.
Envolviéndote entre mis piernas permanecemos sentados mientras vas sacando las cosas, te abrazo por detrás mirándolas juntos. Cuando miras mastico tu garganta, mientras me muestras tu pruebas la mía. Me emociono traspasando los limites de tu blusa, frotando tu panza como si fuera una lampara mágica, sabiendo que en su interior crece con paciencia un vos y un yo.

Observándome con la mirada de tus bonitos ojitos rasgados llegan a mi, con el bañador de dos piezas que ahora debes usa obligada, luciendo más sexy. Al sumergirme en el liquido que me tapa tus ropas de acua se deshacen a medida que bajas por los escalones hacia el agua tibia, dejas soltar los hilos que las sostienen trasformándolas en estelas flotantes. Te lanzas hacia mi en el vació liquido, tu piel es todo lo que eres en aquel momento, te mueves sin moverte, acercándote poco a poco hacia a mi, somos solo dos a la vista, somos tres. Tus pechos llegan primero a mi pecho, luego tu barriga contacta con la mía, el abrazo trae el beso, el contacto la danza que nos lleva por toda la piscina. Te dejas llevar por mi, yo te tomo en brazos y te sigo hamacando por las olas que creamos, la noche se ilumina por la luna, por la luz tenue de resplandor artificial que llega desde abajo. Dices que parecen medusas de luz que suben en la oscuridad para acompañar a la triste luna. 
Tu largo cabello se deja llevar por aquel privado mar nuestro, cae como crin, me excita a la vez que hipnotiza. No me puedo separar del rostro durmiente que posees, que hace años fue por siempre mio, y llegan sin más los recuerdos, tantos y tan buenos; la cruzada del amor, la llanura de la confianza, el vuelo demostrativo, el desierto infinito con el que ambos nos encontramos, todo lo primero que vivimos, porque cuando baje del trasporte que me llevo cerca de ti, cuando sin decir palabra me robaste un beso, cuando por fin tú y yo fuimos uno todo se esfumo, renacimos como uno.
Recuerdo lo similar que fue cuando nos bañamos en el hotel, la tina, las burbujas y aquel perfume embriagador. Ya llevabas tu sortija de oro, me besabas subida a mi, tocabas, me acaricias la cara con el anillo de alas doradas, al igual que al día siguiente, al igual que toda la semana, uno meses después cuando volví, cuando te decidiste a vivir, y nunca ha pasado un día sin que tu piel y mi piel y aquel metal tuvieran contacto.

La danza marina se termina cuando los ojos se abren, un grito se aproxima, me miras, —Me duele, amor—, esbozas, pregunto por ti y callas, tu boca se abre sin la emisión, un sonido sordo llega de tu interior, tardío, desquebrajaste. De tu entrepierna una nebulosa, la constelación, me abrazas de pie pero flotando, las uñas de mujer se clavan en mi, hacen sangre de mi carne. En calma te sostengo, te mantengo en mi, cerca de mi, y dura lo que debe durar.
Agotados volvemos a nacer, juntos como uno. Desde las profundidades de la sombría transparencia flota hacia nosotros, la abrazamos y nos miramos, jamas te vi más hermosa, jamas te vi mirarme como me miraste aquella vez, no ha vuelto a suceder, es un regalo de lo sublime que se gesta tras nueve meces.
Ella en tus brazos, tú en los míos, yo llevando a mi reina y mi princesa de regreso al castillo.
Tras la ducha de tres nos acostamos juntos ya no como dúo. Pronuncias el pedido de una promesa, respondo llorando que siempre voy a estar para ambas, te juro que nunca las voy a dejar.

Mientras te escribo observo como mamá te enseña a nadar, como yo le enseñe a ella en el mismo lugar, el lugar donde te gestamos he invitamos a la vida. 
Me haces regresar al momento de tu nacimiento, invitándome a rememorar el momento más importante de la vida de tu madre y de la mía, tu nacer. Te amamos, pongo en palabras lo que sentimos, jamas olvidare el significado de soñar, la lucha que me llevo a encontrar a la mujer perfecta, a crear consigo una estrella.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Triangulo


He tenido un sueño algo largo, como una película, como un recuerdo que voy plasmando. Tiene que ver contigo, conmigo, con alguien que no existe y una vida unidos.

* * * *

Era la hora de comer. Ella había estado componiendo todo el día, yo escribí y por la tarde había estado yendo a revisar los negocios y recaudar. Pase por la casa de mis padres a charlar. Fui al super y compre todo lo necesario, era sábado, así que compre unas cervezas y me puse a amasar unas pizzas para comer en el jardín. Las noches de verano de los sábados siempre eran de cena en el patio. El queso en ebullición, fuera, íbamos a sentarnos cuando suena el timbre, ella dice que ira, entonces comienzo a cortar porciones de la pizza rectangular y servir un trozo a cada plato. Escucho mi nombre pronunciado por ella con un todo algo distinto, y cuando me aproximo la veo con otra mujer, tomaba una de sus manos, me acerque cuidadosamente sonriendo sin entender, —¿Que pasa amor?, la desconocida mira hacia ella, y luego hacia mi, despega las manos suavemente y Pam dice, —Es Luna, amor. La miro, tras las gafas te reconozco, y te doy un beso en la mejilla estúpidamente. Pam rompe el silencio diciendo que te estábamos esperando, que nos acompañes a cenar. Toma tu mano nuevamente llevándote fuera, tomo la bandeja y preparo un juego para que puedas cenar con nosotros. Te sirvo una porción, comemos.

—Llego el libro, y lo leí, me ha encantado, gracias. También recibí la carta y encontré el cheque en la ultima pagina de la novela, vengo a devolverlo.
Sin entender no dejo de mirarte, de diferenciar algunas cosas como el peinado nuevo, tu color de piel a la luz tenue, la ropa, todo. —Pero yo no envié nada, íbamos a ir en unos meses a verte.
—Fui yo amor, yo escribí la carta, yo firme el cheque, yo lo envié en tu nombre.
Ambos la miramos, ella es de tu altura, de pelo negro, tez pálida, flaca, prácticamente plana, ojos verdes fuertes, hermosa. Como un ángel oscuro.
—Feliz cumple Kulu, lo hice por vos. Tú no entiendes y te paras, yo lo hago contigo e intento calmarte. —No se preocupen, vos querías verla, y Luna parece que también, por algo esta aquí ahora.
—Vine porque me lo pediste, bueno, me lo pidió Kulu, pero, no se.

Pam se para, se acerba a vos y te abraza, te besa. Vos te apartas, y ella me llama con la mirada, te doy un beso largo en los labios mientras tu tomas con tus manos una de mis manos, y una de las de ella. Tenemos sabor a pizza en la boca, y cuando te despegas de mis labios sueltas aliento con ojos acaramelados y excitados. Bajas la mirada y la entrevés a ella detrás de mi; desabrochando el cinturón, bajando los vaqueros y masturbándome. —Luna, prueba por favor, no te has acordado, pero hoy es su cumple años. Avergonzada te arrodillaste y lo haces. Sentías imposible decirle que no a esos ojos verdosos que tras unos minutos con mi pene en tu boca se unen en la relación. Se besaban, me la sujetaban a la vez, se comían incontrolablemente. Las puse de pie, y te lleve a ti en brazos hacia el dormitorio mientras nos seguía.

Nosotros nos desnudamos, nosotros te desnudamos, tímida y excitada me abrazaste, y te lleve hacia el centro de la cama, me acosté boca arriba y te traje hacia mi. Pam escupió su mano y te lubrico, empece a entrar, y te tiraste a mi, abrazándome como podías, tus pechos grandes, más grandes de lo que recordaba se aplastaron en mi, estaban muy calientes, duros y los pezones se podían sentir entrando en mi piel. No tuve tiempo de mirar muy bien tu cuerpo esa noche, pero si de tocarlo completamente. Mientras entraba y salia vos respirabas muy fuertemente, Pam miraba, muy cerca de nosotros, arrodillada, masturbándose. Unos minutos después comenzó a comer tu cola, a besar las nalgas y lubricar tu ano, metió un dedo y luego otro, abriéndolo, llenándolo de saliva. Entonces te giramos entre los dos, y te la metí entera por el culo, te curvaste, te acostaste encima. Masajeaba tus pechos mientras ella te lamia el clítoris, te media un dedo tras otro para que te corrieras, y lo hiciste por primera vez en la vida, hicimos que eyacularas, y ella se lleno la boca, se acerco a tus pechos y escupió todo tu jugo en tus tetas. Pediste que no paremos, otra vez estaba dentro de tu vagina, ahora Pam estaba encima de mi cabeza, con sus labios vaginales ahogándome en placer y vos cabalgando, tranzando sus dos lenguas femeninas en un beso sexual totalmente sucio y encantador.

Al despertar no estábamos en la cama, hicimos el amor durante horas, sentías mucha hambre y cansancio, pero un cansancio cómodo, feliz, despertaste buscando Mexicali por todos lados, pero no lo encontraste. Solo una casa desconocida en la cual llevabas pocas horas y la mayoría de ellas la pasaste en ese cuarto. No encontraste tu ropa, pero si una bata marrón que te vestiste. Volviste tus pasos hacia el jardín, donde nos encontraste empezando a desayunar. —Íbamos a llevarte el desayuno a la cama, pero veo que la princesa ya esta despierta, dije yo. Pam se rio, vos te sentaste y ella se deslizo para besarte en los labios tímidamente. —Lo de anoche, lo que hicimos fue hermoso, pero. —Queremos que te quedes Luna, dijo Pam. —Llevamos una hora hablando de esto, dije, si quieres vivir con nosotros sos bienvenida, ella se llama Pamela, es mi esposa, sabe todo de vos, todo lo que yo se ella lo sabe y fue la que tuvo esta loca idea, la que planeo y logro de alguna forma que estés aquí, que nos hayamos visto por primera vez y consiguió encamarnos. Sos aun más linda con la luz del sol en tu rostro, te amo, nunca he dejado de amarte. No dijiste nada, tomaste los pasteles dulces y la leche fría con chocolate, al terminar te lleve de la mano hacia dentro de la casa.

Estabas callada y perdida al no saber como llevar correctamente la situación. Iba un poco por delante, todo lo que sentías lo habías imaginado pero no de esa forma tan cálida, tan real y a la vez imaginaria. Magia fue la palabra que le diste. Entramos a un cuarto, era un salón, un estudio, con mesas de dibujo, un piano he instrumentos musicales, y un juego de sofá con una tele. Pero te quedaste mirando las paredes repletas de pinturas tuyas, algunas que recordabas y otras maravillosas que nunca habías visto, había también fotos enmarcada, comenzaste a llorar. —¿Por qué?, balbuceaste. —Porque no he dejado ni un solo día de amarte, porque aunque haya pasado un par de años nada a cambiado para mi corazón, quería que vieras la casa, porque espero que te guste y puedas quedarte para hacerla más linda, a Pam y a mi nos gusta tu perfume, nos gustas, ella quiere conocerte más, mañana quiere llevarte a conocer el pueblo, para que estén juntas. Ahora ella nos ha dejado solos para que te muestre el mural, y que nos sentemos juntos a hablar.

Estaba terminando la novela, buscaba un ilustrador local y comencé a circular por las escuela he institutos de arte, moviéndome y preguntando. Una noche me llamaron y quede con un chico en un bar al que me hizo ir para mostrarme sus trabajos. El bar HillBack, al cual el pibe nunca llego, porque me había equivocado de lugar. Pedí una cerveza, luego otra, y paso una hora. Subió al escenario una muchacha joven, flaca, de pelo largo y negro, caucásica, y bastante atractiva, llevaba consigo un saxofón cromado en rojo, las uñas pintadas eran de un color rosa oscuro que no dejaba de mirar en la mesa más cercana al escenario. Estuve toda la noche, hasta que cerraron, no había mucha gente, el alcohol me animo a acercarme, le di una tarjeta a ella, y hablamos, le gustaron las bota que llevaba, la invite a tomar algo, hablamos mucho. Se llamaba Pamela, música, y artista en general, como yo, pero ella era buena. Le explique lo de la novela, y me hizo un pequeño dibujo genial detrás de la tarjeta. Estábamos un poco borrachos, fuimos a su piso que no quedaba lejos y esa misma noche dormimos juntos, no hicimos nada, ni siquiera nos besamos, pero nos unimos. Hablamos muchísimo al día siguiente, le confié una copia del libro que leyó en un pocos días, nos vimos al poco tiempo y tenia varias ilustraciones definidas, no dude, comenzamos a trabajar juntos todos los días, a veces me quedaba a dormir en el sillón, preparaba el almuerzo, la cena, el desayuno, el almuerzo, la cena, iba a buscar helado de madrugada. Una noche me despertó, me llevo a su cama para contarme toda la historia de su vida, yo no pude evitar hablarle de la mía. Hicimos el amor al amanecer y dormimos hasta pasado el medio día.

Nos enamoramos, trabajamos juntos, las cosas iban bien y nos mudamos a la casa de Merlo, mis padres estaban en otra casa, todo surgió hermosamente. Ella trabajaba como música he ilustraba, yo gestionando, escribiendo. Pudimos componer juntos, algo que no pude hacer nunca solo, ella con la música y yo con las letras, juntos en el corazón. Publicamos juntos la novela, y teníamos planes de ir a México pronto, pero nos casamos, y una cosa llego a la otra. No sabia que ella había hecho eso, no se cuando fue. Pero han pasado unos cuantos años desde que dejamos de hablar. Me alegro que estés aquí, que mi esposa éste haciendo esto por nosotros. —Vine éste día porque sabia que era tu cumple, interrumpiste. Me besaste profundamente y me deslizaste hasta abajo en el sofá, te tiraste y me comiste la boca lentamente, lloramos juntos, dormimos juntos.

El tiempo paso, hablabas mucho con tu madre pero nunca dudaste. Te ayudamos en todo, y preparamos todo para que comenzaras la universidad acá.

Hacíamos todos juntos, hablamos mucho y conocimos todos sobre todos, habías estado de novia, pero el chico, aunque era bueno no te hacia feliz, intentaste cosas que no funcionaron con otras personas y cuando llego el libro y lo leíste, cuando leíste la carta y viste el cheque tomaste valor de venir, no esperabas que ella existiera, pero tampoco te puso triste compartirme. Tras medio año estabas completamente enamorada de ella, es unas de mis idas de trabajo llego una foto a mi celular, selfie de ustedes dos metidas desnudas en la cama con el titulo: “Nos amamos y nos vamos a fugar♥”. En ese momento supe que estabas feliz de que ella también formara parte de nuestras vidas, o que vos formaras parte de la nuestra. Era raro, pero Pam siempre supo que nunca deje de pensar en vos, que te amaba, y que eras sumamente importante para mi, sabia ademas que jamas iba a perderle, que se podía amar más allá de un solo ser, que el amor era mucho más, lo que hizo por vos y yo fue amor del puro. Aprendimos mucho de ella, es mucho más inteligente que vos y yo. Era la razón de nuestra unión. Yo la ame aun más, vos te volviste a enamorar, locamente por mi, locamente por ella.

Le explicamos a los que queríamos lo que sentíamos, y logramos que lo entendieran, que no fuera algo dañino para nadie. Vivimos felices, logrando todo aquello que deseábamos, al fin vos y yo estábamos juntos como tanto habíamos soñado, encontraste a un hombre mejor de lo que soñaste o creíste, yo estaba totalmente satisfecho con la vida que los tres tuvimos. Planeamos un viaja pera ir al sur de Argentina, quería ver pingüinos, y el glaciar. Ahorramos mucho para el gran viaje a Japón para los tres, nos pasamos todo un mes Pam y yo introduciéndote en el amor por ese país, la cultura y un montón de cosas, nos sentábamos en el estudio los tres a ver películas, series y documentales, las dos entre mis brazos, todos abrazados.

Cumplí un sueño de mi vida con las personas que amaba, follamos como locos en el hotel de Lost in Translation, paseamos por templos, nos alquilamos por unas noches un departamento como los de Nozoki Ana y cumplimos muchas fantasías. Ir con ustedes dos fue lo mejor.

Llevabas ahora en tu dedo el anillo de ala dorada, nos casamos en una ceremonia muy privada y hermosa. No era oficial, pero los tres lo hicimos y nos comprometimos con nosotros mismos.

Aunque Pam y yo estábamos casados por civil, los tres adoptamos a dos nenas de todas formas; a pesar de que quería embarazarlas a las dos y hacerles dos pancitas muy ricas al unisono. Pensamos que seria lo mejor, ya eramos demasiado raros, queríamos que todo fuera aun más especial.

Fui un hombre feliz y afortunado, por ser muy amado, y no por tener dos mujeres sumamente hermosas he inteligentes, si no por ser capaz de amarlas y repartir todo el amor que llevo dentro.

Por fin estaba amando a la mujer que ame por primera vez realmente, ella lo sabia. Pam me amaba, ella creo con su bondad un triangulo exquisito del cual todos nos pudimos alimentar, era amor, era más que un dúo, era algo que ninguno de los tres creyó jamas llegar a ser, estábamos enamorados de lo que formamos, nuestro pirámide perfecta, solo nuestra, pues nada en la vida pudo romperla.

* * * *

sábado, 15 de noviembre de 2014

Padrastro en el Club de Latidos


Yo se que vivimos de sueños y excusas, todo funciona, no hay tiempo para todo y el ego, las perezas arrasan y dominan el juego muy a menudo.

No se que tengo que entender, si no tengo hijos nunca sera porque se lo que es tener un hijo. Es como si me dicen a mi que no se lo que es la droga, yo se lo que es y por eso mismo no las consumo. No me intento esconder detrás de nada. Si vos me crees un sabiondo es cosa tuya, me tratan como a ese chico al que los compañeros de clase casi lo matan a golpes por sacar buenas notas.

Si vos tras todo lo que conté de ella; (cosas que forman parte de nuestro yo más profundo) y aun así me crees insensible, entonces algo va mal en vos.

No te hace falta una canción. No te escondas tras un marco negro y una frase reciclada para decir las cosas. Yo te considero alguien culto.
Yo no quiero cambiarlo, ni podría lamentarlo menos.
Me encanto lo que viví. Son mías y ejemplo de quien soy.

Es lo más lindo que seguramente vivirá en su vida, ¿Como voy a lamentarlo?
Lamento otras cosas, de mi, de lo que pude y no di. Pero no de lo que vivimos.
Yo viví mucho tiempo con la pasividad normal de mi especie, tarde mucho tiempo en llegar a su estado aparentemente más complementado.
Vos como un retrasado esperabas de mi cosas que por voluntad intelectual no pude ofrecer, quizás.
Esperando en mi una normalidad más apegada a alguien que ve fútbol y sale con minita tras minita.

Tenes la oportunidad hoy de desprenderte de cosas, cosas que nadie te otorgo, ni te otorgara jamas. Porque yo decido si eres mi padre o no, no vos. Vos no tenes vos ni voto, solo con tú acción podrías alterar eso.
Es entonces cuando esa fractura se crean en los nacimientos de un hombre, el ímpetu del progenitor en imponerse ante el futuro padre que tomara como aprendizaje los fallos de su padre.

Si te valorare sera como persona, es donde se puede encontrar lo mejor de vos.
Ser abuelo, padre, hermano, tío, eso no te otorga cualidades intrínsecas al titulo. Nacer rey no te hace rey. Uno nace solo con lo que su cadena de ADN señala, es su virtud o su condena, el humano tiene la particularidad de hacer con ella lo que quiera.

Siempre lo fui, aunque no lo entendiera de esa forma tan dulce como ahora. Por esas razones soy quien soy, y no otra persona peor.

Yo tengo un problema, gordo, y es que amo a las personas por ciertas cosas, ignorando muchas otras. Cuando encuentro una estrella hermosa me enamoro de toda la constelación. Indiferente de los mundos que conformen sus sistemas, de si son muy jóvenes o viejas. Es un problema por lo que las personas somos, y es un problema con el que voy a tener que vivir porque forma parte de mi, como un brazo o una pierna, se que la mente puede variar, pero yo se que hay algo muy metido en mi mente que no se ira.

Si llego a amarte, seguramente sea la persona que más te ame, es algo que podría decirle a unas cuantas chicas. Aunque puedo hoy decirlo, a ninguna mentiría. Todas ellas han tenido de mi lo mejor de mi. La estúpida de mi enamoramiento fue la que se llevo el mejor pedazo de carne, y era la más inmadura y joven, pero fue en esa cicatriz del alma donde albergaba toda su magia, todo el futuro potencial que bajo mi manto ella podría utilizar. Mi amor la haría aun más fuerte, mi amor la trasformaría en parte indiscutible de mi, y con ella tuve por primera vez el planteamiento de tener descendencia. No propia, pero amada como si hubiera salido de nuestras entrañas. Aun la amo, y siempre la amare, aunque se trasforme en lo que dicte su destino. Inconformista mi sentimientos prevalece, porque prevalece el que insiste.

A todos los amo por igual, de formas particulares, distintas en consecuencia a lo que creo que son. Pero en ninguna circunstancia eso de podría negar. Se mantiene, porque en su lecho de muerte en soltería, ¿Recordara sus golpes o pensara en mis cartas?

Amores para una chica hay algunos. Amores para todos hay algunos. Yo aun no he sentido algo realmente profundo disparado hacia mi. Pero espero que la experiencia me haga tomarlo en mis brazos si ha de llegar.

Hablo de los de verdad, no de los inventados por la soledad.
La falta de amor paternal es frustrarte en una mujer. Alimentan el porno y la violencia de genero.

Aunque hay cosas que dije prácticamente de la misma formas, se hablo de otras igualmente importantes para mi.
Agradezco que no escaparas.