domingo, 26 de junio de 2016

Pocas cosas son hermosas


Busco sin distancia, fielmente en mi corazón, algún rayo poderoso que me retenga en un hostil entorno. Recuperar aquella inicial opción, mi cariño provocado, el vos, que raramente llamaba su atención al concluir en acciones indeterminadas que marcaba mi pauta. Felicidad, atracción, y un interés que no sabría calcular hasta hoy.
Nació algo que aun se encascara, la eclosión depende de las ganas, y aquellas energías a veces se camuflan en la obtención de frivolidades varias. Temiendo a lo que nunca partió, miedo por que regrese sin volver a donde nunca estoy.

El agua se a secado en aquel vaso que hervía vapor. Mi lengua maneja un vestigio del ser que hubo marcado precedente. Palpitó el ser, delicado, puro y hermoso, que ocupa mis noches tenebrosas en compañía de la soledad. Compañera en campañas huecas. Surcos delicados de silencio terrenal, hogar actual.

La vampira oriental nacida del oeste, da muerte a mi garganta, arrancando de ella no sólo rojo. Entre el dulce y agrio de la hemoglobina hay miles de pigmentos que bullen en su boca. Se mitifica y supera, creando perdiciones de hermosa sutileza. La insoportable deshora se remarca. Pienso sin pensar, plena.

Las lagrimas no se usan para llorar en éste rostro. Son un poco de allá y un poco de acá, cicatrices tatuadas de perfiles difusos.
En tu faz puede que haya menos o mucho más, porque los perfumes son incomparables, nota de esencia incontrastable. Colores de infinidad de tonos en paraísos enjaulados, y en la jungla de fuego, horrores cotidianos, donde la pesadilla y lo de siempre no distinguen sus trazos.

sábado, 25 de junio de 2016

Dones disfuncionales


Divulgando acostado el ahora de recuerdos variados. La flecha transita por un aire asfixiado, percudida por las intenciones del heraldo. Las uñas pintadas marcan mi tendencia, y la fruta del asido se hace esencia.
Busco sin mirar las palabras adecuadas para así realizar, la visita guiada por mis capas más bajas. La sonrisa de dos años en madrugada, contemplada por la confianza siempre dada. Un juego de mimética literaria para despejar un sueño próximo a recurrir. Despedidas sin despidos y recurso a escribir. Una voz sin sonido y los ojos sin brillo. Modorra a recomenzar bajo pautas del frió.

viernes, 24 de junio de 2016

Fervor


Secuenciando la calidez de un rostro perfecto. Alterando junto a la música la grandilocuencia de la musa. Facetas de milenario perfeccionamiento, olimpo en ceno.
Su signo equilibra la balanza, limpiando la impureza de un mundo viejo.
Brilla un sol terrenal, borrando la oscuridad, su estéril verdad.
Galaxia de iris primaveral, universos que observan la gracia otoñal.
Su piel derrite la escarcha de inviernos pasados, eterno verano.
Sinfonía impecable a disposición del cielo, mi felicidad, mi sueño.

jueves, 23 de junio de 2016

Trazo


Voy con trazos chamuyando hasta el infinito. Porqué la verdad y porqué la mentira se hacen tan parecidas. No es aquel instante fingido que dura un segundo, es la intimidad individual de una noche contigo. Horas sin nada, aun dadas.

Espero la llamada a un numero inexistente que no me pertenece, observo donde debería estar aquel teléfono, miro hacia la puerta y salgo por ella.
Voy escapando por lugares comunes mientras escucho en mi cabeza el sonido stereo de la música que espero. El futuro llego, con las angustias del pasado eterno.

miércoles, 22 de junio de 2016

Nombre de tormenta


Sin punto medio, sin absolución, paraíso o devastación. Anulando la presunción, evadiendo la razón. Un todo o nada insoportable, venganza de amor.
Estúpida que saca conjeturas desde su ignorancia. Absurda su esplendor, ceñida a una mirada perdida que brilla, brillante sin valor. El capricho más absurdo de la niña egoísta, nutrida de ego vomita. Su vida es el pecado capital de no ser quien sera. Perdida, más que extinta.

martes, 21 de junio de 2016

Señuelo


Sopla la mirada enfocando su mirada. La tinta seca brilla al trasluz de un día que oscurece tras la ventana. Horas invertidas, materia prima.
Un foco anaranjado destella la miopía. Un faro que salta la cuadra, firme en la manzana. Me ilumina, y me hace un misterio junto a la suave melodía inglesa que nunca he escuchado en compañía, la imaginada al salta la pista.
El escudo de ocurridas que protege a quien pienso. Aquella señorita con aires incontrastables que se parece tanto en lo físico como diferente en lo interno. Tanto a dos como a si misma a ninguna. Habla con disonancias extrañas, escribe con inicios de carcajadas, particular en gustos y manías. Rara, y a la vez tan clara, con transparencias de arcoíris marcianas.

lunes, 20 de junio de 2016

Mencionada


Escuchando tribal en noche lluviosa, con la infusión tradicional en mi boca. Recordando a la adolescente a la que destino tanto de amor, tanto de ocio al dolor. Una flor violeta que sabe todo y tan poco. Ella con su escorpiana esencia tan cruda y verdadera, con esa turbia pureza.
La balanza de libra me guiá, con luz verde fría. Realista como a ti tanto te gustan, incierta como la vida misma. Dedicada a la contemplación, sin obstáculo a ningún punto. Poseída por el amplio espectro diurno, cegaba por la oscuridad de la claridad, sangrar de la verdad, nutrida de la mentira pulida.
Llueve con paz, alimentando la vegetación que crece para tu contemplación. Refugiada tras la ventana, a miles de leguas de distancia. Tras tu pecho un corazón que late sin razón, sin el motivo vital por el cual nació, y se mantiene activo en un existir vació, vacuo por toda clase de motivos ficticios.