martes, 21 de junio de 2016

Señuelo


Sopla la mirada enfocando su mirada. La tinta seca brilla al trasluz de un día que oscurece tras la ventana. Horas invertidas, materia prima.
Un foco anaranjado destella la miopía. Un faro que salta la cuadra, firme en la manzana. Me ilumina, y me hace un misterio junto a la suave melodía inglesa que nunca he escuchado en compañía, la imaginada al salta la pista.
El escudo de ocurridas que protege a quien pienso. Aquella señorita con aires incontrastables que se parece tanto en lo físico como diferente en lo interno. Tanto a dos como a si misma a ninguna. Habla con disonancias extrañas, escribe con inicios de carcajadas, particular en gustos y manías. Rara, y a la vez tan clara, con transparencias de arcoíris marcianas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario