viernes, 12 de abril de 2019

Sonriendo al pasado


El tono rojo lo justifica como las marcas secas del estigma. Entre sueños brutos veo las estrellas que conforman la figura imaginaria de tu presencia. Las lagrimas brotan como si se tratase de lluvia torrencial, los globos oculares abrazan dos ojos de sol y luna, un mundo binario escondido en el iris de una tierra plana que mira al horizonte de sucesos donde me encuentro a mi mismo y a tu cuerpo, en el infinito de tu pelo, en el tú y en el tiempo. Me muero por verte una vez más en el sacrificio donde prevalezco a la espera de otro gran sueño donde convergemos.

Al abrir los ojos me encuentro la realidad donde tanteo a ciegas un lápiz en el cual trazar las curvas y espirales en el cuaderno donde pertenece todo lo que representa tu existencia más allá del efímero recuerdo de lo que nunca terminamos siendo, envuelto en el rock francés al que regreso.

jueves, 11 de abril de 2019

Pastillas para llorar


La depresión esta gobernada por unos efectos de marea infranqueables, supeditada al antojo estelar del que es imposible escapar. He nacido en un mundo social repleto de la falta de cuestionamientos, las verdades más atroces nadan a sus anchas entre la apatía remunerada de la esclavitud.
La oveja negra en la que me he convertido por inercia es victima del contraste de inteligencias. Donde ser o no ser no es opcional, donde razonar esta mal visto y oponerse lo empeora.

Una barca de papel entre terremotos eléctricos cargados de sueños. Ruido de estrellas moribundas que lloran un oscuro despertar de madrugada con el anaranjado brillo de luces que entran a la penumbra por la ventana, haciéndose amigas de la visión, trasformando las formas en sombras, acentuando la propia ausencia emocional. Se comienza a vislumbrar el suicidio, las maneras de llevarlo a cabo para luego pasar a las causas reales del dolor que se trasforman en homicidio. Esa imagen de satisfacción al acabar con la enfermedad relajan, ayudan a conciliar de nuevo el sueño, sentir aunque sea ficcional la justicia real, la paz.

martes, 1 de enero de 2019

Trabajo


Ojala pudiera ser tu dios durmiente, como tú eres hoy, mi fe consiente. Del aire y del éter, que nace como gotas luminosas de todas mis sombras.
Formando con tu brazos el anillo que da cabida a tu vida y la mía, envolviendo el regalo que has formado al contacto. Siendo victima y victimario de nuestro encuentro cercano, del abrazo.

Hemos logrado con sólo mirarnos entender el significado de lo explorado, del motivo inerte que da movimiento para hallar las respuestas ocultas a la vista. Lo inquisitivo de todas aquellas dudas lejanas y congeladas que persisten sin ser notadas tras las sonrisas marcadas. El trabajo de una vida para vidas distintas, construyendo un secreto, la verdad. Con metas que concretan la frontera donde se encuentran las respuestas. Sin dudar una única realidad, la satisfacción personal, la paz