sábado, 31 de diciembre de 2016

Chau


Hoy hace un día hermoso. Desde mi ventana puedo observar como el verde joven de los brotes de los arboles de mi vereda se tiñen de amarillo por la gracia del sol. Hoy es un día que hubiera sido triste para mi, triste de cierta forma por observar el dorso de mi antebrazo, mi brazo derecho. Allí estas tú, sólo para mi, por un significado que sólo yo sinceramente reconozco, que sólo yo sentí.

Eres una persona horrible, eres una mala persona, siempre lo he sabido.
Han pasado mil cosas, he llegado a intentar odiar el haber cruzado los caminos. Pero tampoco me arrepiento. Es pena, das pena.
No voy a remarcar otra vez todo lo que te rodea, tu bien lo sabes, eso te ha condicionado, todo esta mal, vos estas mal, y no creo que vaya a cambiar. Contagias a los demás con tu mierda, luego te largas cuando ya no los necesitas. Estas enferma, me enfermas.

Me has decepcionado, de nuevo. Las decisiones que una y otra vez repiten el mismo patrón, vas a cumplir diez y ocho años. Ya no vas a tener excusas de niña estúpida, no más.
Esas nuevas noticias de vos son demasiado, tu no me mereces.
Realmente creo en mi, creo que tengo algo especial que necesita ser rescatado, salvado de alguna forma. No lo hago por ti, estas perdida, rota, muy usada.
Sinceramente, no creo que puedas ser feliz, pero creo que yo tengo una oportunidad y necesito buscarla.

Te he esperado durante muchos años, años. Te prometí tres, y han pasado cuatro. Cuatro años sólo, esperando, buscando, pero poniendo trabas en mi propio camino por ti, con la esperanza de que algo cambiara. Cando estabas sola venias, y cuando no, pues te ibas. Eres una persona horrible, eres una mierda. No es algo que yo piense en lo personal, creo que muchos se han dado cuenta o se darán, por eso las opciones que tienes son siempre las mediocres, las mismas.
Das pena, y lamentablemente no puedo más con el asco que me da.

Me has contradicho mil veces, diciendo y afirmando cosas que no son verdad, siempre terminas en lo mismo, no cambias. Incluso, cada día va a peor. La verdad son estas palabras, son lo que más que acercan a tu verdadera personalidad, que certifica a diario lo que opino.
Hoy podríamos estar juntos, disfrutando de éste día, pero tu lo has querido de esta manera.
Lo que siento tu ya lo sabes, pero creo que es una mentira creara por mi. Nunca lo sabre.
Lo lamento por ti, perdimos.

Estoy enamorado de vos, siempre lo voy a estar. Siempre te voy a estar esperando, eres mi gran sueño, mi pequeña, mi amor. Despertarme a tu lado, hacer el amor cada uno de los días de nuestra vida, cuidarte, enseñarte, ser todo para nosotros.
Cuando estés preparada, ven a mi lado, voy a darte una oportunidad. Gracias por haberme regalado éste sentimiento. Puede que no lo vuelva a sentir, pero hoy vive en mi.   

viernes, 30 de diciembre de 2016

Perdiendo el tiempo


Secuenciando la calidez de lo perfecto. Alterando junto a la música la grandilocuencia de la musa. Facetas del milenario perfeccionamiento, olimpo en ceno. Su signo equilibra la balanza, limpiando lodo del mundo. Brilla un sol terrenal, borrando la oscuridad de estéril verdad. Galaxia de iris primaveral, universos que observan la gracia otoñal. Su piel derrite escarcha de antiguos inviernos, verano eterno. Sinfonía del cielo.
No te dejo de mirar, a través de la lamina que mis manos remarcan, y vuelvo a leer tras decenas de veces, aquello que pensé cuando te imagine. Temo con cautela, tas el desconocimiento y la brevedad, el afecto tan grande que me causa. Ademas, siendo yo, tan inferior.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Imágenes y miel


Te lo contare de la mejor forma que se:

Había un silencio que no recordaba, era algo tan habitual aparentemente. Boca arriba con el teléfono en mano, mirando mis cosas, cosas que no recuerdo con exactitud; formaba parte de un guion del cual haremos protagonistas. Vos, acostada a un lado, acurrucando la cabeza en mi pecho, con la mano izquierda sosteniendo el mismo modelo de teléfono pero con otro color. Mirabas de lado aquellas cosas, escribiendo en él.
Sentía tu calor, una parte de mi estaba totalmente atenta a vos, emocionado, como el espectador que aparece en los sueños miraba una imagen distinta, mi cuerpo, mi yo externo se encontraba tranquilo. Habituado a tu presencia, cómodo con ella. Mirando sin mirar, observe como apagabas el teléfono para rodear mi abdomen con tu brazo, reposar tu cabeza.
Hubo un antes y un después, como haber aparecido en otro lugar, en el mismo lugar, apagarse unos minutos y despertar.
El pene estaba recto, totalmente erecto dentro de tu boca que subía y bajaba con una intensidad fuerte pero liviana, un fluir constante. La lengua salia para afuera entre la verga y los labios. La palma de una mano rodeaba el tronco, la lengua desde dentro lubricaba el glande con dibujos aleatorios que me estimulaban. Aun tenia el teléfono en la mano, como si aquello no me estuviera interesando. Volví la mirada un momento para terminar de escribir aquello que estaba escribiendo, fuera lo que fuera, charlando con la persona que fuera. Me acariciabas el cuerpo, lo frotabas. Podía sentir tus labios gruesos llenos de saliva, moviéndose al compás de las venas de mi polla. Disfrutabas recorrer su ramificación con la punta de la lengua. Los relámpagos azules que deseabas que te penetraran. Me la chupabas para que te follara, me la chupabas para que me corriera en tu boca, desprenderme del semen y coger sin protección.
A pesar de que tomabas la píldora y usábamos condón, te gustaba sentirme dentro tuyo al natural. Era una forma que generar aun más barreras. Amabas correrte conmigo dentro, me apretaban fuerte para que no me separara de tus orgasmos, eyaculando fuere evitamos el hacerlo dentro.

Te estabas amamantando, tomaste mi cintura y presionabas tu cabeza contra ella, apretando hacia abajo, tragándola toda. Sacando la lengua para lamer mis testículos. La saliva chorreaba, abres la boca para tomar aire, mirarme a los ojos para que observase tu rostro sonrojado, tus ojos excitados, las burbujas que creaba la exhalación. Había amor en todo aquello, era un amor que pude sentir como un sentimiento que te costaba mucho asumir. Era una escena de una historia larga y compleja, cayendo como un extraño en aquel instante la admiraba, sin reconocer el camino, y pesar de aquello fue algo que pude sentir muy dentro de mi.
Buscabas fervientemente mi leche, y yo intentaba con todas mis fuerzas alargar mi entrega. El placer me embriagaba, empezaba a sentir calor. Tus labios ardían, y deseaba besarles, sentirlos junto a mis labios en un beso de fuego. Tome tu cuello con mis manos y me corrí.
Con tu lengua hiciste una cuchara para el semen, te relamiste y tragaste un poco sin poderlo evitar. Sin dejar de masturbarme te acercaste a mi para tranzar en un beso de fluidos, cumpliendo mi deseo silencioso. Nos besamos intensamente compartiéndolo todo. Hiciste a un costado tus bragas que aun llevabas puesta para penetrar tu vagina lubricada.

Lo impedí, te sostuve antes con los brazos, volteandote, girando sobre ti para dejarte boca abajo. Aplaste mi cuerpo contra el tuyo de forma controlada. Tus brazos estaban sobre tu cabeza, cruzados por encima de la almohada. En tu espalda se dejaban ver parte de sus pechos que intentaban encontrar espacio al estar presionados contra las mantas. Algo que a mi me excita muchísimo, mostrar sin mostrar, apretar, esa especie de misterio descubierto. Me acerque a ellos para morder el borde, escupir y frotar mi cara contra ellos. Mi pene estaba entre tus piernas cerradas. Las tenias cerradas para agrandar tu cadera, acentuarla y presionar mi entrepierna con ella. Me arrodille para observarte. Tu conejito resaltaba ante todo, ante la curvatura perfecta de tu cuerpo en esa posición. Apreté las nalgas con mis manos y te sostuve firme, estrelle mi cara contra mi regalo. El olor, el sabor de tu flujo, ese elixir que me desespera, me vuelve loco. Lamiendo los labios vaginales con fiereza, mordiendo con delicadeza, metiendo la nariz, la lengua y los dedos. Mi pene era una dinamita inestable. Nada creaba el nivel de erección como el perfume de tu presencia. Te arranque las bragas con los dientes, las baje hacia las rodillas y la metí completa. La saque completa, la frote cuatro veces y volví a meterla, así constantemente, con esa misma secuencia. Tus genitales me hacían una felación, tan buena como la de tu boca. Distinta. La sensaciones eran de segundos y explosivas, un segundo de placer eterno y un segundo donde se paraba el tiempo. Esa eres tú.
Gritabas sin gritar, tu cuerpo es un volcán activo. Con las manos empujabas la pared para hacer más presión entre los dos. Tan duro, tan intenso, tan nuestro.

Después de despertar estuve recordando todo. Mis sueños son como recuerdos, pero estoy seguro que la realidad sera mucho mejor. Siento, sueño, tengo fe y lucho para que sea una realidad próxima, sin subestimar jamás tu pasión, tu me darás tus sensaciones maravillosas.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Paz


Sabemos lo que significan las palabras, y que abarcan. ¿Cómo evitamos la rivalidad?.
Cambiando uno mismo. Pero cambiar es el problema, ahí donde se encuentra el gran conflicto total que destroza la equidad.
Acostumbrarse a pequeños defectos que luego no estamos dispuestos a abandonar, pequeños detalles que parecen no cobrar importancia en lo individual, pero que cobran su gran valor en el volumen que genera la humanidad.
La gente que sufre por las guerras son las mismas que de una forma u otra las crean. Nunca he visto un ejercito de uno, fanáticos y mercenarios, asesinos funcionarios.

La ética puede ser algo cuantificable en leyes, estado civil, marketing político. El bien y el mal tiene puntos de vistas cinematográficos, la balanza no marca un valor total, mide en referencia al convenio de lucro.
El conocimiento es el único valor real que la conciencia puede justificar, sin ningún tipo de pensamiento nutrido por casta, imposición social, cultural o teológica. Crear una personalidad fuerte que exprese por si misma valores es el reto inicial. Empieza por uno, difícil en conjunto.

Inevitables separaciones se trenzan, distancias huecas, hace sufrir al animal social dependiente de aderezada realidad.
Excusas las que quieran, pero para todas ellas hay hechos que destrozan al ego que abraza el miedo que ataña ideas, que esconden perezas.
Son capaces de borrar el error, mostrar los horrores reales y las claves para enfrentarse a sus maldades.

martes, 27 de diciembre de 2016

Séptima


Se ve marciana a través de unos ojos descomunales, una boca inyectada en carne, una expresión facial que experimenta en mi reacción los instintos animales del homo sapiens.

Vivo a instantes a través de los sucesos que manifiestan los recientes recuerdos. Allí se grava el tempo, allí la ciencia rescata los viajes en el tiempo.
Reconstruyendo en su boca las piezas rotas. Con un constructivismo capaz de modificar la realidad. Desatascando secuencia de veranos congelados. Anulando, reiniciando, despertando. Haciendo del clima una estima.

Nadando en un cielo rosado, vuelca mi mente en un canto, donde se nutre la madre energía, donde nace la vida. Dibujando lo estelar a través de la consciencia imaginativa de otra realidad, la religión astral de la psicología actual.
Manifiesta en los estigmas la galleta de la fortuna, un numero predeterminado tatuado en el brazo. Un azar en las coincidencias que entrecruzan, envuelven y enamoran, que nos chocan, divulgan. Del vil carmesí que estalla en golpes que trazan las cicatrices que guardan, los instantes de oscuridad que están por plasmar, sucesos inolvidables que quedarán en lo personal de la eternidad individual.

De ahí nacen los sueños, de las desesperanza de días viejos, de reflejos pausados en lagunas estrelladas , auxilio de lo verdadero, lo bello.
Nace de mi hacia ti, nace de la recepción otorgada al espejo. De la empática sonrisa, de la mutua caricia, reciproco contacto, espasmo, sudor y llanto.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Plan Táctico y Estratégico de mi Guerra


Se mantiene en una muda disputa la sorda postura, nada cambia en un conflicto intimo. Una fronteras a las que defender con banderas tan parecidas a las que nos representan. Pues tras el río que separa los destinos, crecen de igual manera las flores, beben en su orillas animales indistintos, aves cruzan a diario para anidar, alimentarse, amar. Pues sólo es una linea dibujada por los conocimientos de geografía, invento humano para delimitar los infinitos limites de la avaricia.

Es menos que el horizonte, suficiente para que el perfil alumbrado se difumine, tanto como para no apreciar la inigualable mirada, lo justo para que la silueta se marque. A la misma hora y en el mismo lugar, tu lugar, donde en contraposición me encuentro. A la misma hora y en mi lugar, para observarte llegar. Esperando a que regreses a donde quiera que vayas cuando ya no estas. Luz constante en mi lugar, la caverna de la soledad. Luz titilante en intervalos grandes. Esperando, y esperando, a lo que no llega ni lo hará. En un quizás, que se hace certeza en la infrecuencia.

La definición más pura de la basura nos hace mellas, nos empeora, nos trasforma en aquello que desde lo critico aberramos, haciendo una patética interpretación de lo odiado. El resto no puede hacernos daño, nosotros podemos vivir con nuestros actos. Siempre somos mejores, siempre tenemos una excusa injusta para justificar nuestras culpas. Actitudes sin excusas, cobardes.
Siempre llega alguien nuevo, otra victima para jugar a nuestro horrible juego de bailar solos en una pista repleta. Golpeando a los demás, siendo ignorante con sus necesidades, con los deseos que los representan, merecedores éticos de algún tipo de respeto.
Interprete una danza a tu lado por un tiempo. La melodía mantiene una misma estructura, un genero acorde a mis partituras, aquello no a cambiado, sigo danzando, siguiendo tus viejos pasos, pero tu te has cansado por algún motivo que he desconocido. Te has desprendido del sonido, de mi voz y los sentidos, sentimientos sin sentido en lo que alguna vez hubiera sido.

Parece la conclusión que se dará, a menos que des un tibio vuelco hacia lo ignorado, allí me veras, esperando la calidez de tu contacto. Reciproco a todos tus anhelos, complemento de fantasías y sueños, entregando la voluntad del solitario a las verdades que erigen

Mi guerra no es hacia contigo, me enfrento a los espectros que acompañan tu camino.