martes, 1 de enero de 2019

Trabajo


Ojala pudiera ser tu dios durmiente, como tú eres hoy, mi fe consiente. Del aire y del éter, que nace como gotas luminosas de todas mis sombras.
Formando con tu brazos el anillo que da cabida a tu vida y la mía, envolviendo el regalo que has formado al contacto. Siendo victima y victimario de nuestro encuentro cercano, del abrazo.

Hemos logrado con sólo mirarnos entender el significado de lo explorado, del motivo inerte que da movimiento para hallar las respuestas ocultas a la vista. Lo inquisitivo de todas aquellas dudas lejanas y congeladas que persisten sin ser notadas tras las sonrisas marcadas. El trabajo de una vida para vidas distintas, construyendo un secreto, la verdad. Con metas que concretan la frontera donde se encuentran las respuestas. Sin dudar una única realidad, la satisfacción personal, la paz