martes, 31 de diciembre de 2013

Un lejano tacto cercano


Extraño la vida que alguna vez pudo ser, entre los albores del nacimiento. Cuando lagrimas oscuras de carbón resbalaban por cornisas, tan profundas como mejillas al borde de la cama. Entre silencios ocultos en madrugadas de recuerdos difícil de olvidar. En imperfecta salud familiar, tratando de encontrar aquella relación de tranquilidad para poder superar.

Entre la profanación de un dolor nacen los vergonzosos temores de lo extraviado. Por las sucias garras del maltrato, del parricidio que engranda monstruos que destapan lo peor, dañando la inocencia del perdido.

Pero el destino no pudo encontrar mejor motivo para amar, en la distancia oceánica de un desierto de montañas existe el principio de un reinado. De una princesa dulce que reniega de su rango. De un guerrero perdido que se preparo para encomendar, la misión de amar a la princesa que lo necesita para luchar, en la creación de un nuevo mundo de felicidad.

Si el caballero puede volver a amar, lo hará de ella, de su protegida, de la señorita reina azteka. Donde la profundidad de su suave piel miel extiende por todo su ser un tesoro hecho de oro, de pensamientos, emociones, dulzura, también temores y odio. En el lugar donde lo importante se encuentra, provocando un brote de felicidad olvidada o nunca experimentada, donde las lagrimas victimas del dolor surgen por causas contrarias, absolutamente creadas por una emoción de bonanza que enreda las almas.

Abrazando la representación de lo sagrado, me encuentro anhelando, rezando por tu felicidad que tanta alegría me traerá. Un amor que va naciendo y no morirá, una armonía cercana a la divinidad.
 

sábado, 28 de diciembre de 2013

Silencioso mestizaje


Fuiste como una luna viajante de ventanas, donde en cada esquina me observaba. Un dictado de señales fosilizadas en el concreto asfalto de una carretera ahogada por las llantas. El recuerdo de niñez transporta al recuerdo de recordar, observa aquella esfera blanca que tras un cristal que sube y baja avanza, y ella contigo sin dejar de mirarte hasta hablar y entablar la charla de un niño con su añoranza.

Un centavo por amor, y un amor por otro amor, falso mentiroso, como el de los hombres que buscan tras el éxito social un afán de sentirse identificados con la fortuna de los que por su lucha fueron embalsamados, en metálico.

Si los ojos de la chica lloran, el trabajo es bien encaminado, si la limusina del ganador entra en el callejón las ratas correrán y los perros se acercaran, para la alta gama es una gran trampa. El verde/violeta/rojo sirve de esclavista.

En la vieja humilde triste basura encuentro un hogar de casa acartonada, donde me encontré con el frió, el hambre y la esperanza. En poema cotizo mediante un diluvio de curiosidad mediática que trasformo al vagante en la oportunidad de un éxito excitante. Pero el billete de valores negativos no era la ganga, una pantomima que en su enfoque conlleva el desgaste del futuro de una raza.

El príncipe se aleja del cebo de Pule. En su bolsa sucio papel y la seca tinta de ayer, su alimento la integridad, en sus manos el poder de cambiar, morir en la dignidad.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Hora en Casablanca


El tiempo fluctúa, molestándome. La tecnología no encuentra soluciones lógicas para problemas normales, donde el ser falla, la obra fracasa.
La búsqueda de soluciones me devuelve fuertemente a la realidad, mis minutos son los de aquel lugar, latente en mi cuerpo, a un nado de distancia.

Abro la salida esperando escuchar la melodía, observar otra puerta para entrar. Traspasando la oscuridad que se ilumina por un faro a la distancia, encontrar aquel universo no vivido, ficticio - real, donde están los personajes muertos, muy vivos. Donde encuentre mi paraíso al despedirme del respiro.

Un licor sabor dorado, un piano, alguna dama perdida, enamorada. Que destino marca mis tiempos, vivo en el, pero no es el mismo. Quisiera lograr alcanzar un instante que me una a una tierra de película, de historia virtual. Que una doble S me lleve al más allá.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Distanciamiento entre el terrible etéreo


Aquella purpura noche jamas sera buscada por nuestras almas.
Fue como una migaja en el aire que tomamos desde el crecimiento, desde la formalidad de la formación que en rebeldía aceptamos. La distinción es como marca comercial subterránea que todos buscan creer poseer, que incluso los poseídos dudan en tener, es el enigma que llevamos en el interior de nuestra postura ante la realidad, que no aceptamos sin más.

Llego hasta tu mejilla (donde calculo que estará) y beso la nada, con una ternura que se me hace extraña y tan lejana en lo familiar. Son los deseos básicos en la sencillez de lo sublime, periodos instantáneos que no aportan lo sustancial para certificarlos como verdad, pero sin duda, en algún lado cerca estarán. Motivos aceptable por los cuales persistir en ciertas palabras de amoroso escrito, porque ya es subliminal el afecto sincero, que se muestra desnudo por terror a lo incompleto, que se llena con sus cariños ciertos.

La belleza te traiciona por su simple inmadurez, aquel cuerpo lejano se cultiva perfecto desde las raíces del cerebro que empatiza mediante mecanismos que tan dulcemente aprecio. Un pensamiento, minuto de charla, algo tangible pero insustancial, mezcla todo en algo que me alivia soledad. El patetismo esta, pero se valoro de las formas correctas del pensar, del romanticismos que analiza las cosas que valen en realidad, en una vida finita que desgasta las capas de la verdad.

Fue la amistad extraña la que salvo al ser, unas letras conjugadas se sueltas y llegan a endulzar, el disparate que tan tristemente se necesita soportar para engendrar lagrimas de felicidad. En el palpito abitan todas las cosas que me forman, y con ellas aun más cosas que como dios de mi universo construyo a partir de los materiales sensibles que me aportan en agradecimiento eterno. El fuego de la luz es bello, en el te observo, cercano, sin quemarme, solo para que tu calor me llene envuelto, en un aura de las armonías pronunciadas por tu nombre.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

En concreto plenilunio


La observo en la bajada y me gira en la subida, mi luz nocturna, espejo de tibios días. Las diferencias mantienen el resplandor, siempre los mismos ojos de aquel pálido rostro, fría congelación que brilla al anochecer. Siempre conozco tus cambios. Eternamente aparecer entre la gente que solo admira lo indecente.

Tocarte sin tocarte y empujarte con mi gravedad hasta lo profundo de las sabanas, donde al fin encontrarte pura, conmigo solo pura, y quizás el deseo es el que enciende la luz para obtener, observados sin ser vistos, ser nosotros mismos propios espectadores de nuestros actos.
Escribiendo mientras duermes te observo en mi lecho que durante meses apoderaste. En su confortable llanura miro tus sueños que creo en mi pensamiento, donde las posibilidades nulas jamas se darán, un pequeño espacio par.

Con somnolencia evaporo los sentimientos rotos, tu estas aquí o en el más allá, en tus sueños, en los míos o en el de cualquier otro inconsciente que valore tu divinidad. Los espacios que se llenan ocupan su lugar en las vidas que se enredan hilando memorias, lugares donde volver y encontrar recuerdos que pasen a ser ajenos a nuestros agotados destinos. Quizás es la sonrisa o en alguna palabra de bondad que sea absoluta y veraz, que nunca olvide quienes fuimos en verdad, consientes, inconscientes, pero reales.

Sin miedos ni culpas se que fuiste mía en el egoísmo del control, donde jamas maltrate tus virtudes más impuras para dar paso al afecto que desatabas al reformarlas con tersura, la propia cualidad cercana a la dulzura.
Ahora mismo podrías estar aquí o en otro lugar; en mi lugar estas a mi lado reposando, atrapando tu entorno, que no es más que un brazo y un torso. En la gesta del vinculo existe una sana verdad, algo deseable que puede aportar a las vidas una nueva realidad; venenosos se trasforman los descarrilamientos que desencadenan la falta de integridad, cientos de sentidos abogan al cambio, el pensamiento resurge de las dudad que superan en numero a la conciencia de verdad.
En los sonámbulos amaneceres te observo nuevamente desde una posición de peón, tu asombrosa presencia descubre todos mis miedos y el temor, te trasformas en esencia a cada anochecer y eres lo único añorado al regresar de los largos periodos de visibilidad que me ciegan sin dejarme observar. Mediante la tiniebla encuentro los caminos adecuados donde nos encontramos, entregas la mano sin palabras sintiendo la circulación que te acalora. Al final hallamos un hogar, un colchón, relleno de espuma y algodón, donde desnudarnos sin pudor, acariciando cuerpo con cuerpo las razones de esta unión, y en excitación nos besamos suciamente mientras caemos al lugar que a cada fase regala un momento, a cada regreso, el de nosotros mismos y los deseos.

martes, 17 de diciembre de 2013

Chispa sonámbula


Pobre gota de agua que rebota, en si misma. Pobres gotas que centellean en la oscuridad. Pobres gotas de aguas que caen como ovejas en sueños. Pobres gotas de agua que son solo agua. El ronroneo de reloj despierta madrugadas, el sueño profundo se sueña lejano mientras el estanco ruido del silencio calienta la sabana de sus sábanas. Sábanas rojas, llanas, felino dormitando bajo la luz de luna del velador. Calor de pesadilla sin pesadilla, tiempo, tiempo de sobra para pasar el tiempo. Los dolores que no sé sabe si son dolores, una llamada a la paz patrocinada por osamenta.  

Se espera defecando el ardor del termosifón. El flujo chorro que sediento consuela, lagrimas, calor contra calor, polución, algo tranquilizador.

Goloso desayuno madrugador, pizza fría del mediodía. Algo de sed quita un helado té. Telemaratón de telemaratónes, deprimente. Panza llena, corazón contento, otra vez el sueño, dormir de tarde y despertar de mañana, una intrincada red sencilla de estúpidas manías trasnochadas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Goteo estelar


Con perspectiva patética y maravillosa camine por un camino ya transitado de estalactitas de luciérnagas, esta vez con fondo lluvioso de melancolía en recuerdos amargos. El pasado es claramente tuyo, solo tuyo, con ese apoderamiento del tiempo, de los días del año en los que me acerco hacia aquellos momentos, como si esperara de alguna manera revisarlos para repetirlos en un intentos fatídico del cerebro por recuperar cada uno de los fragmentos que he podido olvidar. Es el bulevar de un periodo que intento ser hermoso, es un aroma, de un tacto, de mi mismo en los pensares que creo perdidos en ti. Desde que pise la calle estrellada comenzamos a charlar, acompañándome hasta llegar a mi hogar. Nos despedimos, tú te alejaste normalmente, como hubiese sido en la realidad, pero yo me negué. Me abrazaste, me besaste la garganta y pediste por mi, llevándote en brazos hasta mi casa, el cuarto y la cama. Un buen final para un día laboral, un recuerdo de lobo para épocas de cordero.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Despeñarse en el tropiezo


En el bucle, donde caigo, solo ahí plagas, estruendos, desamparo. En el bucle, donde caigo, solo hay vidas desbastadas por el cambio. En el bucle, donde caigo, solo hay un sentido que se encuentra sobre el amo. En el bucle, donde caigo, solo hay un recuerdo interponiendo certidumbre por los años.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Cumbres tan altas / Sobrenado presignado


Cruza montañas y atreviera océanos y llega a mí esa esencia favorable que me saca de pozos corrosivos que profundizo con mi huida. Al mirar anhelo encontrarte; escale consciente tu ausencia sin desearte ni dejas de luchar, aquel era el primer paso para llegar a ti. Ardua sera la travesía que conecte tus mejillas con mis labios, los pies aguantaran, mi corazón palpitara y llegare con mis brazos a palparte ciego en lagrimas por encontrarte. Mi llanto llenara el ambiente mientras nuestros cuerpos abrazados se hacen uno, los latidos reverberaran en las almas gemelas formando un ser superior. Algo vivo o ficticio que sea tan real como los sentimientos mismos. Algo que valga la pena pelear.

El sentimiento relevante posee un nombre irrelevante. Define como sea, inconsciente de comprender la fuerza del mismo, algo que no tiene adjetivo, un puro verbo que atraviesa y retuerce lo más hermoso, puro y bello de ti. Un caballero de armadura que se desnuda frente, ante tu mirada para entregar su alma. Espada rota contra la palabra, su único poder es si mismo. Inestancable en el cielo, visitante del infierno, no es tan puro lo brillante, si perdura en oscuridades, a pesar, valdrá.

Carece de razón y de sentido sin perder veracidad, las aguas que se acumulan crean embalses de recuerdos en los que nadamos, buceamos en conocimiento y a veces nos ahogamos en nosotros mismos, pero es un hermoso mar donde flotar juntos.

El cuento fue contado, el capitulo perdura. Esta en tu interior el diccionario de aquellas palabras formuladas.
Las mujeres que fueron por mí más amadas tuvieron su dosis y sinónimo de estás, aun así la fuerza que trasmito con ellas son una evolución y agregado de lo que tu englobas. La palabra que define afecto tienes que elegirla, sea cual sea no erraras. Está novela en proceso posee portada, y en esta se leen ambos nombres. No hay mucho que decir, crees entenderlo es lo que creo. Cualquier otra persona lloraría con las oraciones que fueron interpretadas, tu corazón no emana la sazón necesitada.

sábado, 7 de diciembre de 2013

París sin ella


Me hizo pensar en París y en ella, si mi destino esta a su lado, si mi inspiración es combustible en ella. Solo pienso en el deseo de tenerla, de enlazarme, de ser alguien para ambos y vivir la pobre vida que tan cruelmente nos ha encontrado en está. Asumiría las consecuencias y pienso en ellas. Solo llego a la conclusión de que si todo saliera mal, saldría mal con ella, por ella. Quizás esa sea la respuesta, porque solo el amor puede destruirte la existencia.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Diciembre mata más


Aparentando la apariencia de una fortaleza novata el hombre yace en un descanso no aprovechado. Lucrate de mi cuerpo y de mi alma diosa del tormento, tu que tan sabiamente sabes destrozar la voluntad de los débiles. Un dolor a tiempo parcial que no para, un reloj que no marca las horas, y del tiempo ya pocos saben, el rebaño sigue a la campana del responsable o a los silbidos del pastor, que no es más que un mandado más.