lunes, 23 de diciembre de 2013

Distanciamiento entre el terrible etéreo


Aquella purpura noche jamas sera buscada por nuestras almas.
Fue como una migaja en el aire que tomamos desde el crecimiento, desde la formalidad de la formación que en rebeldía aceptamos. La distinción es como marca comercial subterránea que todos buscan creer poseer, que incluso los poseídos dudan en tener, es el enigma que llevamos en el interior de nuestra postura ante la realidad, que no aceptamos sin más.

Llego hasta tu mejilla (donde calculo que estará) y beso la nada, con una ternura que se me hace extraña y tan lejana en lo familiar. Son los deseos básicos en la sencillez de lo sublime, periodos instantáneos que no aportan lo sustancial para certificarlos como verdad, pero sin duda, en algún lado cerca estarán. Motivos aceptable por los cuales persistir en ciertas palabras de amoroso escrito, porque ya es subliminal el afecto sincero, que se muestra desnudo por terror a lo incompleto, que se llena con sus cariños ciertos.

La belleza te traiciona por su simple inmadurez, aquel cuerpo lejano se cultiva perfecto desde las raíces del cerebro que empatiza mediante mecanismos que tan dulcemente aprecio. Un pensamiento, minuto de charla, algo tangible pero insustancial, mezcla todo en algo que me alivia soledad. El patetismo esta, pero se valoro de las formas correctas del pensar, del romanticismos que analiza las cosas que valen en realidad, en una vida finita que desgasta las capas de la verdad.

Fue la amistad extraña la que salvo al ser, unas letras conjugadas se sueltas y llegan a endulzar, el disparate que tan tristemente se necesita soportar para engendrar lagrimas de felicidad. En el palpito abitan todas las cosas que me forman, y con ellas aun más cosas que como dios de mi universo construyo a partir de los materiales sensibles que me aportan en agradecimiento eterno. El fuego de la luz es bello, en el te observo, cercano, sin quemarme, solo para que tu calor me llene envuelto, en un aura de las armonías pronunciadas por tu nombre.

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