lunes, 8 de octubre de 2018

Cómo dios manda.


Buscas eternidad en el espurio temprano del azaroso encuentro. Encuentras rechazo y odio en el abrazo ajeno. Lloras por ensueños proyectados en prontas figuras que se deforman con las horas y los segundos que las forman. Esperas en lo precoz lo optimo, dañando tu corazón que late repetido en burdo instinto.
La termodinámica dicta lo temporal hasta revestirla en el final, cuando vuelva a recomenzar.
Despertar y mirar lo primario que explota y se conforma, nada y moldea con luz sus formas. Crecer, caminar, experimentar, vivir sin más. Ver las cosas como son y afrontarlas con amor. Aceptar la amistad como recurso final e inalienable de la bondad de un encuentro fortuito en un mundo perdido.
A pesar de las limitaciones existenciales el tiempo vital es perpetuo mientras dure su proceso: todos esos sentimientos vivirán por siempre en los engranes que cosemos, nada es eterno, sí verdadero.

Quizás la respuesta no se encuentre en buscar u olvidar, tal vez lo que mejor sea aceptar y amar. Porque hay estrellas fugaces y hay estrellas de verdad.

domingo, 7 de octubre de 2018

Porque hay ángeles que miran cuanto tú los miras


Ojos cautivadores que despiertan mi vida. Lo estimulante de una droga prohibida.
Como un psicólogo sin esa fuente de empoderamiento financiero moldeando con paciencia, el arquetipo que se va deformando con el trascurso de la publicación es en apariencia lo que demuestra: fiel reflejo de carencias.
Una película sumamente lenta repleta de expectativas que trascurren a su velocidad, de horas, días, semanas, meses o años. Años para manifestar la imposibilidad total, la falta de criterio para abastecer una suerte de amor, algo figurado, moldeado de arrogancia pasionaria victima de la soledad, de la falta de comunicación social, socializar en la feminidad que se cierra en sus mentiras compartidas. Apatía como moda, como estilo de vida.

Entonces encontré lo que pudo haber sido cualquier flor, pero eras vos. No me diste tiempo a obsesionarme, sólo me amaste. Comenzando a sanear con tu tacto el dolor de las cicatrices que acariciabas con silenciosa curiosidad. Imaginando las distintas formas y venenos impregnados en las hojas que las crearon.
De allí salio quien soy, a quien das amor.

sábado, 6 de octubre de 2018

The Bed and The Bear


Se me hace eterna tu maravillosa y esponjosa belleza, fruto de los engranes y sus mellas, la horma y su mena.
Apasionada tiviandad de un ronroneo sin felinos, de caramelos y suspiros. Radiación en contra del chisporroteo de la lluvia que trae consigo la absorción de temperatura con la que tu abrazo lucha y conmigo apura, a llegar, a donde se esta, pretendiendo entrar al otro lugar. La virtuosa alucinación de aquel lado imaginado por enamorados.

Sórdido despertar desde la paz, la temporal, la de los recuerdos escandinavos, kiwi o hawaiano, selenitas, plutoniano. Más allá del confín terrenal, estelar.
Vivirá en papel la historia que se escribe desde los restos del pronto recuerdo, para atesorar lo que la propia memoria falla en visualizar momentos antes de dejar entrar el alba un día más, recomenzar para almacenar memorias a las que trasformar al soñar.

Sin voz surgen las palabras interpretadas por miradas, un tacto que quizás acentuá la eternidad, un beso en forma de coma, un abrazo final. El comienzo de lo anterior mencionado, un principio buscado, mutuo encontrado.

viernes, 5 de octubre de 2018

Brota en mundo que llora


Hay cosas que vienen, hay cosas que van. Entre ellas existen personas amadas que se pierden en la entropía universal. Como polvo de estrellas resurgen con otra forma en el hermoso azar de lo natural. Provee con su alma al roció que alimenta las rosas que perfuman tu ser con su aroma, y en vos la bondad y la belleza de tu persona que llena las horas nocturnas con fantasías maravillosas. Armonía para soñar con el bienestar, un futuro anaranjado que trae luz a la oscuridad, paz para pelear en las cruentas guerras por luchar. Las distancias entrelazadas por dulces palabras. La vida tal cual que modificas para amar. El sueño ideal de la felicidad. Preciosidad.

jueves, 4 de octubre de 2018

Mañana de Luna llena


En los albores del ayer pienso en la sonrisa que recuerdo no haber mirado. Brote futuro del recuerdo inconcluso, insatisfecho. Moldeando en el imaginario las virtudes que te fueron negando en el trascurso de los años. Como es testificado en tu historia, momentos nefastos llenos de felicidad, lo más cercado a la misma de lo que te fue posible alcanzar. Entendiendo de aquella manera tu rencor y toda esa belleza que irradia tu oscuridad, como agujero negro al contraste de tu sociedad.

Le doy gracias a tu alma por el pasado compartido y perpetuamente mantenido por mi cerebro entumecido, recuerdos tibios y fríos, tuyos y míos. Lo más cercado a lo mutuo, al beso único, aquel que practicamos cuando otros labios se interponen en nuestros labios. Aquellos que conectan por la ansiedad de esperar el encuentro final. La resurrección concertada, un nuevo principio para soportar la verdad de no vernos nunca más. Piedad para una vida irreal, ajena a la felicidad.

En las antípodas del pensamiento busco en las alturas al cuervo que nace de mi desde el fuego, reliquia de la eternidad, mi amor hasta el final.
Tesoro de las bondades que subyacen en las palabras mal dadas, de entierro, sin sustancia. Allí te vi, frágil y desprotegida, sin el amor que podría yo dar. Así fue y sera, mi amor hasta el final.