Llevo el mapa conmigo de un laberinto
perdido creado por mi en sueños de pesadilla. En el se pierden todos
mis recuerdos, los miedos y deseos. Se cruzan, se topan y luchan
entre si para escapar, para intentar ganarse en el afán de ser los
primeros. Cada día algo viejo logra terminar, algo nuevo entra
confundido, pues en mi vida me siento perdido.
Una vez entre, estaba un poco ebrio
rodeado de los amigos que nunca lo fueron, mirando beber a una
pequeña señorita que deseaba con sinceridad. Ilusionar, robarle mi
copa, verterla encima de sus ropas y lamer frente a todo el publico
de la plaza de la catedral, arrancar las prendas y hacerla sentir
audaz, excitada. Ese pensamiento nunca llego; ni la profundidad de
pensamientos que pueden llegar ahora, relatando una situación en la
que tú en casa puedas excitarte. Podría haber pensado en ella,
haber sentido algo cuando la vi sin saberlo por ultima vez a los
ojos. Cuando vio los míos que no recuerda. Yo no sentí nada pues ya
lo sentía todo, salí de casa perfumado, feliz y enamorado.
Las crónicas de la verdad eran
complicadas, sumamente doloras en un palpito desahuciado, jamas sentí
mayor amor, jamas sentí mayor dolor. Esa amiga que era tan grande,
importante, me estaba enamorando de ella con verdaderos sentimientos
de amor eterno. Antes de amarla ya había decidido cuidarla,
vinculado mi vida a darle todo lo posible para mejorar la suya, para
que supiera que de mi siempre obtendría alegrías. Me lo jure, me lo
prometí, me enamore por primera vez de la persona a la que le
prometí más y con más verdad y convicción de poder darle algo
real, algo que fuera incondicional y en serio. Si no fuese yo, quien
seria era la pregunta, sospecho que no existirá nadie más. Si ser
único es mi destino, estar conmigo es el suyo.
Sexo por amor, muerte en asesinatos,
dolor y deseos, de eso escribo con frecuencia, de eso vive mi
instinto más vulgar cuando de mi nada crece. Pienso en tus deseos,
intentando entender porque no podrían ser nuestros, tan iguales en
lo distinto. Siento que algo entre los dos fluye, tú usas unas gafas
que te evitan ver lo que tus ojos desnudos pueden. Lo que esas noches
hermosas te dejan ver en mi, cuando no existen distracciones en tu
alma y la soledad te da la pureza de saber que conmigo te sientes
bien. Sin perdidas ni mentiras extrañas, cada beso y caricia
sutilmente diseñada para tu confort, buscando felicidad tras el
placer, sintiéndote segura al compartir el almohadón.
Existe un trabajo que iniciar,
paciencia para esperar, entre tanto conocernos más, disfrutar de los
momentos y no sentir complejidad por la soledad, estar juntos o
alejados no tiene que ser un factor si los corazones están
conectados, si se sabe que en un futuro estarán juntos, todo los
besos no dados serán dados, la felicidad aumentara a limites
insospechados donde siempre seremos uno. Yo busque tras muchas
mujeres y no encontré, vos has estado haciendo lo mismo y nada a
pasado. Para mi la respuesta es perfecta y lógica, es la mejor, tan
simple como el verdadero amor.
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