sábado, 29 de noviembre de 2014

Dentro de


Llevo el mapa conmigo de un laberinto perdido creado por mi en sueños de pesadilla. En el se pierden todos mis recuerdos, los miedos y deseos. Se cruzan, se topan y luchan entre si para escapar, para intentar ganarse en el afán de ser los primeros. Cada día algo viejo logra terminar, algo nuevo entra confundido, pues en mi vida me siento perdido.

Una vez entre, estaba un poco ebrio rodeado de los amigos que nunca lo fueron, mirando beber a una pequeña señorita que deseaba con sinceridad. Ilusionar, robarle mi copa, verterla encima de sus ropas y lamer frente a todo el publico de la plaza de la catedral, arrancar las prendas y hacerla sentir audaz, excitada. Ese pensamiento nunca llego; ni la profundidad de pensamientos que pueden llegar ahora, relatando una situación en la que tú en casa puedas excitarte. Podría haber pensado en ella, haber sentido algo cuando la vi sin saberlo por ultima vez a los ojos. Cuando vio los míos que no recuerda. Yo no sentí nada pues ya lo sentía todo, salí de casa perfumado, feliz y enamorado.

Las crónicas de la verdad eran complicadas, sumamente doloras en un palpito desahuciado, jamas sentí mayor amor, jamas sentí mayor dolor. Esa amiga que era tan grande, importante, me estaba enamorando de ella con verdaderos sentimientos de amor eterno. Antes de amarla ya había decidido cuidarla, vinculado mi vida a darle todo lo posible para mejorar la suya, para que supiera que de mi siempre obtendría alegrías. Me lo jure, me lo prometí, me enamore por primera vez de la persona a la que le prometí más y con más verdad y convicción de poder darle algo real, algo que fuera incondicional y en serio. Si no fuese yo, quien seria era la pregunta, sospecho que no existirá nadie más. Si ser único es mi destino, estar conmigo es el suyo.

Sexo por amor, muerte en asesinatos, dolor y deseos, de eso escribo con frecuencia, de eso vive mi instinto más vulgar cuando de mi nada crece. Pienso en tus deseos, intentando entender porque no podrían ser nuestros, tan iguales en lo distinto. Siento que algo entre los dos fluye, tú usas unas gafas que te evitan ver lo que tus ojos desnudos pueden. Lo que esas noches hermosas te dejan ver en mi, cuando no existen distracciones en tu alma y la soledad te da la pureza de saber que conmigo te sientes bien. Sin perdidas ni mentiras extrañas, cada beso y caricia sutilmente diseñada para tu confort, buscando felicidad tras el placer, sintiéndote segura al compartir el almohadón.

Existe un trabajo que iniciar, paciencia para esperar, entre tanto conocernos más, disfrutar de los momentos y no sentir complejidad por la soledad, estar juntos o alejados no tiene que ser un factor si los corazones están conectados, si se sabe que en un futuro estarán juntos, todo los besos no dados serán dados, la felicidad aumentara a limites insospechados donde siempre seremos uno. Yo busque tras muchas mujeres y no encontré, vos has estado haciendo lo mismo y nada a pasado. Para mi la respuesta es perfecta y lógica, es la mejor, tan simple como el verdadero amor.

Para que seguir buscando he intentando, para que volver a andar cuando ya hemos llegado, subir otra montaña donde posiblemente no haya nada, para que volver a preparar un nuevo viaje cuando ya estamos en el oasis. Las preguntas son muchas y las respuestas siempre salen nulas.

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