jueves, 20 de noviembre de 2014

Triangulo


He tenido un sueño algo largo, como una película, como un recuerdo que voy plasmando. Tiene que ver contigo, conmigo, con alguien que no existe y una vida unidos.

* * * *

Era la hora de comer. Ella había estado componiendo todo el día, yo escribí y por la tarde había estado yendo a revisar los negocios y recaudar. Pase por la casa de mis padres a charlar. Fui al super y compre todo lo necesario, era sábado, así que compre unas cervezas y me puse a amasar unas pizzas para comer en el jardín. Las noches de verano de los sábados siempre eran de cena en el patio. El queso en ebullición, fuera, íbamos a sentarnos cuando suena el timbre, ella dice que ira, entonces comienzo a cortar porciones de la pizza rectangular y servir un trozo a cada plato. Escucho mi nombre pronunciado por ella con un todo algo distinto, y cuando me aproximo la veo con otra mujer, tomaba una de sus manos, me acerque cuidadosamente sonriendo sin entender, —¿Que pasa amor?, la desconocida mira hacia ella, y luego hacia mi, despega las manos suavemente y Pam dice, —Es Luna, amor. La miro, tras las gafas te reconozco, y te doy un beso en la mejilla estúpidamente. Pam rompe el silencio diciendo que te estábamos esperando, que nos acompañes a cenar. Toma tu mano nuevamente llevándote fuera, tomo la bandeja y preparo un juego para que puedas cenar con nosotros. Te sirvo una porción, comemos.

—Llego el libro, y lo leí, me ha encantado, gracias. También recibí la carta y encontré el cheque en la ultima pagina de la novela, vengo a devolverlo.
Sin entender no dejo de mirarte, de diferenciar algunas cosas como el peinado nuevo, tu color de piel a la luz tenue, la ropa, todo. —Pero yo no envié nada, íbamos a ir en unos meses a verte.
—Fui yo amor, yo escribí la carta, yo firme el cheque, yo lo envié en tu nombre.
Ambos la miramos, ella es de tu altura, de pelo negro, tez pálida, flaca, prácticamente plana, ojos verdes fuertes, hermosa. Como un ángel oscuro.
—Feliz cumple Kulu, lo hice por vos. Tú no entiendes y te paras, yo lo hago contigo e intento calmarte. —No se preocupen, vos querías verla, y Luna parece que también, por algo esta aquí ahora.
—Vine porque me lo pediste, bueno, me lo pidió Kulu, pero, no se.

Pam se para, se acerba a vos y te abraza, te besa. Vos te apartas, y ella me llama con la mirada, te doy un beso largo en los labios mientras tu tomas con tus manos una de mis manos, y una de las de ella. Tenemos sabor a pizza en la boca, y cuando te despegas de mis labios sueltas aliento con ojos acaramelados y excitados. Bajas la mirada y la entrevés a ella detrás de mi; desabrochando el cinturón, bajando los vaqueros y masturbándome. —Luna, prueba por favor, no te has acordado, pero hoy es su cumple años. Avergonzada te arrodillaste y lo haces. Sentías imposible decirle que no a esos ojos verdosos que tras unos minutos con mi pene en tu boca se unen en la relación. Se besaban, me la sujetaban a la vez, se comían incontrolablemente. Las puse de pie, y te lleve a ti en brazos hacia el dormitorio mientras nos seguía.

Nosotros nos desnudamos, nosotros te desnudamos, tímida y excitada me abrazaste, y te lleve hacia el centro de la cama, me acosté boca arriba y te traje hacia mi. Pam escupió su mano y te lubrico, empece a entrar, y te tiraste a mi, abrazándome como podías, tus pechos grandes, más grandes de lo que recordaba se aplastaron en mi, estaban muy calientes, duros y los pezones se podían sentir entrando en mi piel. No tuve tiempo de mirar muy bien tu cuerpo esa noche, pero si de tocarlo completamente. Mientras entraba y salia vos respirabas muy fuertemente, Pam miraba, muy cerca de nosotros, arrodillada, masturbándose. Unos minutos después comenzó a comer tu cola, a besar las nalgas y lubricar tu ano, metió un dedo y luego otro, abriéndolo, llenándolo de saliva. Entonces te giramos entre los dos, y te la metí entera por el culo, te curvaste, te acostaste encima. Masajeaba tus pechos mientras ella te lamia el clítoris, te media un dedo tras otro para que te corrieras, y lo hiciste por primera vez en la vida, hicimos que eyacularas, y ella se lleno la boca, se acerco a tus pechos y escupió todo tu jugo en tus tetas. Pediste que no paremos, otra vez estaba dentro de tu vagina, ahora Pam estaba encima de mi cabeza, con sus labios vaginales ahogándome en placer y vos cabalgando, tranzando sus dos lenguas femeninas en un beso sexual totalmente sucio y encantador.

Al despertar no estábamos en la cama, hicimos el amor durante horas, sentías mucha hambre y cansancio, pero un cansancio cómodo, feliz, despertaste buscando Mexicali por todos lados, pero no lo encontraste. Solo una casa desconocida en la cual llevabas pocas horas y la mayoría de ellas la pasaste en ese cuarto. No encontraste tu ropa, pero si una bata marrón que te vestiste. Volviste tus pasos hacia el jardín, donde nos encontraste empezando a desayunar. —Íbamos a llevarte el desayuno a la cama, pero veo que la princesa ya esta despierta, dije yo. Pam se rio, vos te sentaste y ella se deslizo para besarte en los labios tímidamente. —Lo de anoche, lo que hicimos fue hermoso, pero. —Queremos que te quedes Luna, dijo Pam. —Llevamos una hora hablando de esto, dije, si quieres vivir con nosotros sos bienvenida, ella se llama Pamela, es mi esposa, sabe todo de vos, todo lo que yo se ella lo sabe y fue la que tuvo esta loca idea, la que planeo y logro de alguna forma que estés aquí, que nos hayamos visto por primera vez y consiguió encamarnos. Sos aun más linda con la luz del sol en tu rostro, te amo, nunca he dejado de amarte. No dijiste nada, tomaste los pasteles dulces y la leche fría con chocolate, al terminar te lleve de la mano hacia dentro de la casa.

Estabas callada y perdida al no saber como llevar correctamente la situación. Iba un poco por delante, todo lo que sentías lo habías imaginado pero no de esa forma tan cálida, tan real y a la vez imaginaria. Magia fue la palabra que le diste. Entramos a un cuarto, era un salón, un estudio, con mesas de dibujo, un piano he instrumentos musicales, y un juego de sofá con una tele. Pero te quedaste mirando las paredes repletas de pinturas tuyas, algunas que recordabas y otras maravillosas que nunca habías visto, había también fotos enmarcada, comenzaste a llorar. —¿Por qué?, balbuceaste. —Porque no he dejado ni un solo día de amarte, porque aunque haya pasado un par de años nada a cambiado para mi corazón, quería que vieras la casa, porque espero que te guste y puedas quedarte para hacerla más linda, a Pam y a mi nos gusta tu perfume, nos gustas, ella quiere conocerte más, mañana quiere llevarte a conocer el pueblo, para que estén juntas. Ahora ella nos ha dejado solos para que te muestre el mural, y que nos sentemos juntos a hablar.

Estaba terminando la novela, buscaba un ilustrador local y comencé a circular por las escuela he institutos de arte, moviéndome y preguntando. Una noche me llamaron y quede con un chico en un bar al que me hizo ir para mostrarme sus trabajos. El bar HillBack, al cual el pibe nunca llego, porque me había equivocado de lugar. Pedí una cerveza, luego otra, y paso una hora. Subió al escenario una muchacha joven, flaca, de pelo largo y negro, caucásica, y bastante atractiva, llevaba consigo un saxofón cromado en rojo, las uñas pintadas eran de un color rosa oscuro que no dejaba de mirar en la mesa más cercana al escenario. Estuve toda la noche, hasta que cerraron, no había mucha gente, el alcohol me animo a acercarme, le di una tarjeta a ella, y hablamos, le gustaron las bota que llevaba, la invite a tomar algo, hablamos mucho. Se llamaba Pamela, música, y artista en general, como yo, pero ella era buena. Le explique lo de la novela, y me hizo un pequeño dibujo genial detrás de la tarjeta. Estábamos un poco borrachos, fuimos a su piso que no quedaba lejos y esa misma noche dormimos juntos, no hicimos nada, ni siquiera nos besamos, pero nos unimos. Hablamos muchísimo al día siguiente, le confié una copia del libro que leyó en un pocos días, nos vimos al poco tiempo y tenia varias ilustraciones definidas, no dude, comenzamos a trabajar juntos todos los días, a veces me quedaba a dormir en el sillón, preparaba el almuerzo, la cena, el desayuno, el almuerzo, la cena, iba a buscar helado de madrugada. Una noche me despertó, me llevo a su cama para contarme toda la historia de su vida, yo no pude evitar hablarle de la mía. Hicimos el amor al amanecer y dormimos hasta pasado el medio día.

Nos enamoramos, trabajamos juntos, las cosas iban bien y nos mudamos a la casa de Merlo, mis padres estaban en otra casa, todo surgió hermosamente. Ella trabajaba como música he ilustraba, yo gestionando, escribiendo. Pudimos componer juntos, algo que no pude hacer nunca solo, ella con la música y yo con las letras, juntos en el corazón. Publicamos juntos la novela, y teníamos planes de ir a México pronto, pero nos casamos, y una cosa llego a la otra. No sabia que ella había hecho eso, no se cuando fue. Pero han pasado unos cuantos años desde que dejamos de hablar. Me alegro que estés aquí, que mi esposa éste haciendo esto por nosotros. —Vine éste día porque sabia que era tu cumple, interrumpiste. Me besaste profundamente y me deslizaste hasta abajo en el sofá, te tiraste y me comiste la boca lentamente, lloramos juntos, dormimos juntos.

El tiempo paso, hablabas mucho con tu madre pero nunca dudaste. Te ayudamos en todo, y preparamos todo para que comenzaras la universidad acá.

Hacíamos todos juntos, hablamos mucho y conocimos todos sobre todos, habías estado de novia, pero el chico, aunque era bueno no te hacia feliz, intentaste cosas que no funcionaron con otras personas y cuando llego el libro y lo leíste, cuando leíste la carta y viste el cheque tomaste valor de venir, no esperabas que ella existiera, pero tampoco te puso triste compartirme. Tras medio año estabas completamente enamorada de ella, es unas de mis idas de trabajo llego una foto a mi celular, selfie de ustedes dos metidas desnudas en la cama con el titulo: “Nos amamos y nos vamos a fugar♥”. En ese momento supe que estabas feliz de que ella también formara parte de nuestras vidas, o que vos formaras parte de la nuestra. Era raro, pero Pam siempre supo que nunca deje de pensar en vos, que te amaba, y que eras sumamente importante para mi, sabia ademas que jamas iba a perderle, que se podía amar más allá de un solo ser, que el amor era mucho más, lo que hizo por vos y yo fue amor del puro. Aprendimos mucho de ella, es mucho más inteligente que vos y yo. Era la razón de nuestra unión. Yo la ame aun más, vos te volviste a enamorar, locamente por mi, locamente por ella.

Le explicamos a los que queríamos lo que sentíamos, y logramos que lo entendieran, que no fuera algo dañino para nadie. Vivimos felices, logrando todo aquello que deseábamos, al fin vos y yo estábamos juntos como tanto habíamos soñado, encontraste a un hombre mejor de lo que soñaste o creíste, yo estaba totalmente satisfecho con la vida que los tres tuvimos. Planeamos un viaja pera ir al sur de Argentina, quería ver pingüinos, y el glaciar. Ahorramos mucho para el gran viaje a Japón para los tres, nos pasamos todo un mes Pam y yo introduciéndote en el amor por ese país, la cultura y un montón de cosas, nos sentábamos en el estudio los tres a ver películas, series y documentales, las dos entre mis brazos, todos abrazados.

Cumplí un sueño de mi vida con las personas que amaba, follamos como locos en el hotel de Lost in Translation, paseamos por templos, nos alquilamos por unas noches un departamento como los de Nozoki Ana y cumplimos muchas fantasías. Ir con ustedes dos fue lo mejor.

Llevabas ahora en tu dedo el anillo de ala dorada, nos casamos en una ceremonia muy privada y hermosa. No era oficial, pero los tres lo hicimos y nos comprometimos con nosotros mismos.

Aunque Pam y yo estábamos casados por civil, los tres adoptamos a dos nenas de todas formas; a pesar de que quería embarazarlas a las dos y hacerles dos pancitas muy ricas al unisono. Pensamos que seria lo mejor, ya eramos demasiado raros, queríamos que todo fuera aun más especial.

Fui un hombre feliz y afortunado, por ser muy amado, y no por tener dos mujeres sumamente hermosas he inteligentes, si no por ser capaz de amarlas y repartir todo el amor que llevo dentro.

Por fin estaba amando a la mujer que ame por primera vez realmente, ella lo sabia. Pam me amaba, ella creo con su bondad un triangulo exquisito del cual todos nos pudimos alimentar, era amor, era más que un dúo, era algo que ninguno de los tres creyó jamas llegar a ser, estábamos enamorados de lo que formamos, nuestro pirámide perfecta, solo nuestra, pues nada en la vida pudo romperla.

* * * *

No hay comentarios:

Publicar un comentario