Un bien, el mal, lo mismo ante el filtro deprimido de observar. Tus ojos, que ven el cúmulo de un limitado conjunto. Terceros a la par, observan distancia y soledad. Quizás, sin la gloria absurda de las penas, con el coraje de vivir sin barreras. Salidas sin cuotas, sin reprimendas. Verdades frías, a veces tibias. Fruto de la más absurda locura, arcoíris sin lluvia.
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