sábado, 21 de noviembre de 2015

No tan lejos


Dos alfajores de maicena para dos sandwich de salame, una botella de uva para compartir.
Fuera, en un coche, una mujer espera al esbelto hombre. Él entra por la puerta del conductor, ella como acompañante me mira mientras le sonrió a la escena costumbrista.
En la plaza, tres hermosos canes juegan a las peleas, otros envidiando, enrejados, jadean a lo lejos. Me sacan la lengua al pasar compartiendo esa mística mirada, la pareja anterior mantiene la sonrisa que regalo a la jauría.

Como es normal pensar en ella. Como es hermoso recordar el imaginar su alma cerca. Como lo es, lo mantengo, porque mi ser admira el amor ajeno.