domingo, 21 de febrero de 2016

Paradigma de momentos


Aquella realidad imparcial de un momento concreto que no busca concretar. Una barrera mimosa que prefiere los sueños. Anular la confirmación de un avance recto.
Una mirada enorme tras la cortina rojiza, pasajero único, quizás. Propio en desigualdad, desigual en pasados sentimientos. Fe, confirmado el deseo.

La manzana de la cabeza conjunta con un cabello que ondula ante el enfrentado viendo. Pareciera que la canción de las amapolas azules se hiciera realidad, aquella propia brisa capaz de estimular un propio mundo. Ondea por mi, para mi, y me regocijo de la magia conjuntada, mi magia y tu magia.
Deseo el símbolo del pecado que no es un fruto de fibra y azúcar, es una manzana para recuperar fuerzas tras masticar una carne viva. Limpiar los labios y la garganta, una gran dentadura fría.
Todo esta, todo forma parte. Existe y existirá, para mi o un gran cualquiera desconocido para el dúo. Recuperé una forma de pensar que lamentablemente faltaba desde cero. Ahora esta, el cambio es definitivo, pero jugar con todo siempre tiene la misma complejidad. La matriz llena de fallos, el tatuaje terminado.