martes, 30 de mayo de 2017

Siempre volviendo


Llego tarde al rencuentro del prófugo pensamiento, lo que va y viene y siempre quedara. Así se anulan los sabores, paradigmas y decisiones, donde el día renace junto a la caricia de la nueva luna, que refleja la luz de un sol que nunca duda. La esperanza aun en oscuridades se muestra tenue, pero resplandeciente, aun más en los espíritus fuertes.
Nace de mi canción para vos, para ti, para usted, a quien aun no he conocido, pero siempre estará en mi pensamiento reciente, casi mágico, hermoso por siempre. Y nada importa después, pues ya no es antes o después, si no un único presente entre la distancia que separa las mentes, la longitud entre tus ojos y mis ojos. Donde las manos se funden, donde las bocas practican el contacto, y de los preciosos parpados cerrados los cerebros entrelazan lo exacto, amor hermano. Amor de alma gemela, de ingenuidad bella, de amable entrega; maravilloso: tú mirar en mi sollozo.   

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