miércoles, 6 de agosto de 2014

Flash


La fotografía me disparo una foto a mi. Me cegó, y un sueño perfectamente real se sacudió, con mezcla de incertidumbre y placer.

La cara colorada y ebria era un reflejo de la mía. Tumbado en la cama, como despertando para entrar en un sueño, te vi abierta de piernas encima de mi, con el pelo largo cubriéndote como un capa animal. Mis pantalones aun puestos, el pene preparado asomando por la bragueta y tú, sin nada de cintura para abajo entrando en mi.

Entraba luz por la ventana que da al salón, que iluminaba el cuarto oscuro. Se escuchaba música y voces irreconocibles. Fuegos artificiales y risas acallaban nuestras voces, las palabras sexuales y los gemidos incontrolables que nos proporcionaba el alcohol de esa noche no eran acallados. Lo que nos daba poco control mental de nuestro propio acto. Si estaban escuchando fuera lo que pasaba dentro, no nos importaba. Las carcajadas no paraban, y nosotros no paramos.

A pesar de todo, nos cambiamos, salimos juntos de la mano, seguimos tomando, lo volvimos a hacer en el baño. Llevabas una copa que te prepara en la mano, con un sorbete para tomar. Lo tenias en una mano, y con la otra te apoyabas en la pared, con los pantalones bajados hasta la linea que corta las nalgas, al penetrarte estaba bien apretado, y me gusto. El vaso, el sorbete entre tus labios, un espejo frente a nosotros que reflejaba nuestras caras y lo importante, con el que nos mirábamos a los ojos. Mordías, lamias, ibas tomando. A pesar de todo era una imagen clara, confusa, pero no difusa.

Pocas veces la imagen me trajo tanto amor, ¿Amor propio, deseo personal, o una señal clara de tu alma?. Es un sueño, pero no puedo creerlo, quiero creerlo. Fue un segundo, como un recuerdo. ¿Recordé algo que vivimos o solo fueron juegos de mi mente?. Mientras escribo asumo la posibilidad de la reencarnación, si eramos amantes y volvimos a encontrarnos en esta época. Si una fuerza que no entendemos hizo que tu mano rascara tu nuca, cerradas los ojos y sacaras a lengua, ese momento plasmado en una fotografía que luego subiste a un lugar que yo visitaba, y esa fuera la señal de dos avatares que se saludaban.

Ahora me pregunto quien serias, quien seria yo antes de enamorarme de vos. Porque si eramos dos antes, eramos dos enamorados. Puede que el rencuentro forme parte del recuerdo, buscándonos entre las hebras del tiempo. Encontrándonos al fin.

Puede quizás, casualidad, o estar herrado.

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