viernes, 28 de febrero de 2014

La luz que ilumina la rosa


Imagino el sabor de tu saliva. El sudor de tu piel resbalando por la mía. Las miradas entrelazadas que se mueven, suben, bajan, y llega el momento donde mi amor por ti se hace pleno. Mi vida completa desencadenada por un momento, de un primer contacto, de aquel largo beso. Entre tus brazos duermo y pienso entre sueños cuando soñaba con tenerte ahora entre un abrazo eterno. Una lucha sin bandos, una pelea por conseguir estar es esta vida a tu lado. Arduo camino por gran recompensa, tú eres tu y eso que siento es lo que deseo. Ese hechizo magistral que fue lanzado hacia mi lugar encantando la vida que hasta entonces poseía, esa que rápidamente hiciste tuya. Tómame completamente y llévame contigo, porque en aquel lugar no oigo gritos, solo risas y suspiros.

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