miércoles, 5 de febrero de 2014

Sino en la imagen del destino


Cada vez que enciende el monitor vuelvo a sorprender riendo. Cada vez que el oscuro cuadro se prende aparece una sonrisa y una mirada que me observa. Es aquella expresión de amor que provoca un leve suspiro y la imitación por reacción. El rostro más hermoso jamas percibido es aquel que me estudia con fulgor, que es recompensado con la misma luz de admiración. El amor llego con tu amor, tu amor llego con el mio, porque somos cómplices de lo mismo, encadenados con seda por los destinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario