jueves, 7 de mayo de 2015

Priorizar


Es un trueno tan lejano como cercano el que la despierta. Mira la oscuridad penumbrosa distinguiendo las formas, la lampara de lava sigue prendida en una esquina de la habitación desordenada.
Se encuentra acostada en la cama, y sin pensar intentar girar, topándose a sus espaldas con un muro firme pero blando. Se aparta a si misma hacia la coniza sin caer, lo toca, recordando.

Tantea el calzado de casa sentada en la cama. Lo encuentra, se acomoda, se levanta, y da la vuelta para cubrir la parte que ella dejo descubierta. Siente un frió, pisa con cuidado ropa tirada por el cuarto. Ya en la ventada encuentra respuestas.
Extiende la mano para alcanzar la cortina y correrla. La luz de los focos intensos de la calle hacen posible ver el contorno de la lluvia descontrolada, no se ve nada más que aquella pantalla de agua con tonalidad anaranjada.
En su lugar, sobre la estantería, el paquete de tabaco. Da un golpe a la abertura para deslizar el encendedor, cae en su mano y a continuación un cigarrillo. Lo enciende en su boca, sin inhalar lo aparta frente a su mirada, mira la leve intensidad. El humo flota y desaparece, lo apaga sin fumar y regresa a la cama.

Las mantas son gruesas y el calor de la montaña frente a ella la seduce a cerrar los ojos y dejarse llevar por los polvos somníferos de su perfume. Pega su nariz por la espalda de el, huele. En su boca aun tiene el sabor de su boca, el mismo sabor que ella le dejo a el tras llegar tarde y comer los restos pizzas que había amasado el horas atrás para la cena.
Recordó con algo de excitación como lo miraba trabajar la masa con sus manos, se había creído ser ella ese cuerpo sin forma que se envolvía en si mismo, deseaba un masaje imaginado que no atrevió a pedir para después.
Cuando llegaron nuevamente a la casa de madrugada, ella esperaba que le hiciera el amor, pero no sucedió, la desnudo, y ella convencida de una actitud clara se dejo llevar. La condujo como quiso a dispensarse boca abajo en la cama. Cerro los ojos esperando otra cosa, y los abrió cuando el gel frio la recorrió por detrás. Resoplo un aliento con tiritante placer y luego con la boca cerrada gimió de satisfacción cuando sus manos fuerte contactaron, el frió se trasformo en tiviandad y luego en calor.
Se sienta abierto de piernas en el trasero de ella, comienza a hablar con una suavidad sin dejar de trabajar la carne de la espalda. Comentó como el la miraba a ella mirar con muda satisfacción el amasado, y como se encontraba pensando que ella seria aquello que el manipulaba. Resalto una sonrisa que ella no hubiera reconocido de palabras que no fueran las de el, le contó como lo observaba soltando carcajadas internas que se expresaban en su rostro, como el la miraba imaginar algo divertido en su acción de cocinar. Eso lo inspiro, tras pensar el también lo mismo que ella.

Las ganas que tenia de darle eso por la noche. Ella no lloro cuando la coincidencia se unió en un deseo mutuo. Habían llegado al punto en el que las palabras sobraban, y la empatía de una sola mirada podía culminar en momentos inolvidables. Ya había manipulado su cuerpo antes de esa forma similar y gloriosa, pero pese a la primera vez aquella fue la mágica; por los truenos que resonaban y la lluvia cercana.

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