domingo, 9 de agosto de 2015

Mego


Quiero tomarme las cosas que siento, las buenas y las malas, con fuerza y valor, encontrándoles el lado positivo y divertido. Donde las lagrimas sean gasolina y no una tormenta impeditiva.
Lo único que no es para siempre es la vida, pero mientras sigamos nunca nos sentiremos perdidos. Tendremos una razón tan lógica como absurda para encontrar la felicidad, momentos trascendentales para nuestros espíritus. Solo importa lo que queramos, y lo que hagamos depende del sueño que tengamos.

A partir de lo sucedido, no he vuelto a preguntarme aquella repetitiva pregunta, la misma incertidumbre de siempre sin resolver. Fui justo con mi sinceridad, debatiéndome entre mis deseos y las posibilidades de ellos. Me canse de ser una parte externa de mi propia existencia, busque la verdad en mis experiencias haciéndome participe de mi propia moral. Filosofe una ética particular, aceptando mi existir sin cegar. Fue por mi, gracias a ti; de aquel agradecimiento se expandió un amor que calo cada célula, tiñéndolas con tus colores dorados.
Me enamore, sin opción, sin salida. Ya soy parte de tu vida, tú eres toda la mía.