sábado, 24 de septiembre de 2016

Doña verdad / Jodido


Te vampirice al igual que hubiera hecho cualquiera en mi situación. Una denominación clara, reflejo de la angustia implacable que trasforma el negro oscuro en color y el color en tiniebla.
Más es el incierto desengaño de mi infortunio, raíz de incontables fantasías, tan carente de sentido como nuestra amistad misma.
Un temor se hizo patente entre el paso en el que tu rostro blanco comenzó a colorearse, la mirada de ojos rojos me observó intensamente, pensante, constante, alimentándose de mi soledad, alimentándola de vida, como si de un frankenstein escultural se tratase, sexual. Lo más cerca que he estado de ella en años, lo más cerca que he creído encontrarme de unos labios.

La suciedad misoginia que huelo entender se compone de eslabones oxidados que engordan corrosión. Inflexible destino para la serpiente difunta, descalcificación de optimismo ante antítesis entropíca, ley señora.

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