viernes, 25 de noviembre de 2016

Burbuja


Las penosas circunstancias de una vida sin pretextos. Sus excusas con premura. El vació abismal entre su mente y lo real.
Buscando el escape del bondadoso laberinto, donde las paredes mohosas desaparecen a los sentidos, callejones, hogares sin sentido.
El mapa tatuado y la X en su lugar, un palpito y un paso. Descubrir la verdad a dos metros bajo tierra no conlleva un sentimiento de satisfacción total. Trae separación, trae lagrimas. Logra con su pureza despertar miedos, donde el ego hará el resto.

Me avergüenzo de la capacidad que tenemos para desnudarnos. Esa forma tosca de omitir el contacto con el viento, de un leve aliento.
La mirada muerta que me cree observar no es verdad, añoro el color avergonzado de ojos castaños. Deseo la vida que poseo, encontrar las aguas, lo nuevo. Estoy aquí, estando allá, en los continentes que me convoquen, con los mismo miedos, mis valores, tus horas.

El vació de la radicalidad despoja de la curiosidad, la transparencia de un alma sin censura. Un destino de barreras, sin escuela.

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