sábado, 8 de marzo de 2014

50 Razones


Cielos claros con destellos oscuros de aleteos fugases, fondos ennegrecidos de brillantes chispas de radiación intergaláctica. El caparazón oxigenado que envuelve al mundo, ese que se tiñe de arcoíris, inundando de belleza mi existencia; en aquel lugar que mis ojos observaban hallé la señal, la razón, el destino.
Al mirar el cielo estrellado solo encuentro una constelación, aquella que me guió hasta donde ahora estoy, a nuestro encuentro, a aquel lugar a tu lado.

[Mi planeta no tiene una estrella, mis días tienen millones de ellas.]

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