lunes, 31 de marzo de 2014

Dejar detrás


Niebla fue el nombre del viejo espectro del pasado. La simbiótico alianza, la fiel mascota ambienta. Se alimenta de personales partes blandas que caen muertas hacia su gran y desdentada fauce, como las de un burdo emperador antiguo. Débil de pereza, enfermo de gula, incapaz de la capacidad de contradicción hacia su reflejo repulsivo. La bestia es la real bestia, la floja, simple, incapaz de nada, totalmente desbaratadora.

El parásito más ingenuo no pude perder su forma. Al igual que la naturaleza no tiene opción de mejores oportunidades. El veneno es un antídoto peligroso que se adapta para erradicar con su mayor dolor.
La vida y su pretérito forman un fuego denso, convulsionando el recuerdo carbonizado. Del pasado no crecen bosques florales. De la ceniza nacerá la retama, ahora seca y fría, pero viva.

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