martes, 1 de abril de 2014

Un estanque privado de cisnes enamorados


Como si el jabón fuese una de mis lengua, la esponja una delicada palma de mano.Cada gota una célula de mi cuerpo recorriendo tu cuerpo. Manos de pureza recorriendo un cuerpo de luz, desnudo de oscuridades. Perfumando la suave piel. El beso llega bajo el torrente de agua, las pestañas se empapan, se miran y se aman. Completamente juntos, aislados por completo de la falsa piel.
La abraza en la corriente, la salva de ahogarse. El calor de tu interior evapora el goteo que golpea al caer. Un sol brilla en tu interior que derrite el acero de la piel, absorbiendome en ella.
Eres aquello que nadie quiere, que nadie busca, que nadie puede poseer. Eres el tesoro perdido de un poema extinto.
Tu ternura se abre con tus ojos y ahí me ves, abrumado en angustia de no saber que hacer. De la delicadeza de tu ser, tocándote como si te fueras a romper.
Tu boca se abre y me dejas entre ver, una lengua como pétalo de mariposa. Una lengua que succiona mi boca arrancándome los suspiros de un placer y un amor que albergaba un alma rota. Tomas aliento para volver a comenzar, en el proceso te apartas para mirar con regocijo como me agotas. Muero y resucito con cada bocanada. Me despierta el perfume cuando el calor de desmaya.
Entre mímicas lagrimas la pasión encarna el patrón de una danza que se interpreta en el cubículo de agua.


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