viernes, 25 de abril de 2014

Uno de tantos latidos


K: Tienes algo. No se muy bien que es, es algo que llevas dentro. Estoy enamorado. Estoy enamorado de ti. Esos días de enero en los que sentía, comenzaban a hacer un hueco en mi corazón, pensé que era muy difícil amar más que eso. Voy sin control ahora. Ahora mi mente nos imagina besándonos en un bosque de otoño, donde una lluvia de hojas inunda el suelo. A veces me cuesta ver tus fotos y reconocerte. A veces en mis recuerdos somos como dos simples alas blancas llenas de estrellas. Simples amantes fantasmas. Tu belleza es como un premio que no merezco. Como un agregado a lo maravilloso que llevas dentro.

J: Corazón... Te quiero tanto. Quiero estar contigo, darte un abrazo y besarte, sentir los latidos de tu corazón... Sentir que esto es real y que en verdad te tengo.

K: Quisiera regalarte un test de cardiograma. Mis latidos y mi alma. Sellados con un lado en un tarro.

J: Ay, eso seria lo más genial del mundo.

K: Unos de mis primeros regalos sera desnudar mi pecho. Tenderte en mi cuerpo y regalarte ese momento. Quedarte dormida en mi leve respiración. Estaré listo cuando llegue el momento.

J: ¡Haces que suden mis ojos! No hagas eso...

K: Quiero hacerlo cada día de mi vida a tu lado. Que lloremos mientras nos besamos. Que lloremos mientras nos amamos. Llorar por estar juntos por fin, y estar juntos por siempre. Que sepas que nunca nos faltara amor.

J: ¡Eres lo mejor!

K: Te encontré entre millones de persona, perdida entre tantos en el desierto. En mi mundo, donde también estaba perdido, tú me enseñaste el camino de salida hacia mi destino. Quiero decir tanto, pero aun no es el momento. El momento llegara, y sera magistral.

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