Los patos que miran hacia la luna imaginan un hogar, algo lejano, que parece mágico, que otros piensan como imperfecto. Un lugar lleno de señales instantáneas que no se pueden predecir, un aviso de destino que se toma con una dogma de rectitud, es un mantra aleatorio, muchas preguntas surgen en el camino que se comienza y jamas terminará. Paso a paso y voz a voz, actos tras actos en palabras tras palabra, ciertas miradas que autoengañan. Cada nombre asume la forma de un flor, un perfume su color, la forma en la que se cuida fomenta perfección, el calor de un sol los pétalos marchita; eso que da vida a ellas las maltratan. Pensamientos vacíos donde existe un solo lugar, un solo encuentro pesado, y el pasado trae todo lo rescatable de lo que nunca fue un sera, mi gran hogar.
