domingo, 27 de marzo de 2016

Espejos de alma


Un instante de amor verdadero suma al universo.
Las cataratas que se engendran desde las entrañas brotan la pureza más extraña. Vivir de la ciudad contamina las emociones y circunstancias, respirar del carbón y mantener un ritmo de vida atroz, lleno de mentira, alimentando al ángel de la hipocresía tal mascota vagabunda.

Un año sin nosotros, al hecho de permanecer junto al otro. Mentiras y el despecho transitado, conociendo almas que no merecen el cuento que yo cuento al mirarlo. Donde los amores pasajeros traen consigo el más podrido efecto.
Me enamore a primera vista de la mirada suprema. Pudo y puede conmigo, y todos mis instintos. Conscientemente voy cayendo en la inconsciencia más tranquilizadora. Me hace dormir, caigo tendido ante sus letargo silencioso, soñando con ella como si no fuera, como si la realidad se materializada en el regalo inmerecido de su abrazo junto al mio.

El enfermo soy yo, pero quien cae en el abismo infinito de los momentos no es mi cuerpo. El alma mitificada de mis actuales pensamientos, de la totalidad de mi consciente tiempo, dueña de mis sueños.