viernes, 13 de septiembre de 2013
Bosque fosilizado / Musgo cálido
Paseaba por encantadores paramos congelados de pinos fosilizados. La luz en la que habitaba provenía de la luna, un espejo frió de la radiante estrella que esquiva mi existencia. Mis pies martillaban al son del musgo desquebrajado, sonorizando aquellos instantes de mi biografía, una partitura seca y repetitiva carente de melodía armónica, repleta de similitudes con mis latidos. En el hielo encontré la frialdad de un mundo cálido, una verdad acorde a mis sentimientos, sinónimo de la comunidad corrompida a la que obligado pertenecía.
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