Escucharlo me recuerda a ti; me dan ganas de abrazarte mientras volamos entre nubes y nos hundimos en lo profundo del océano hasta pasar al vació del espacio, y surcando una nebulosa, llegar al paraíso. Que no es más que una colina nevada de Noruega donde observamos una aurora, puede que al observarla imagine ese abrazo infinito que me lleva por un tour maravilloso hasta el lugar donde me encuentro ahora contigo. Sera tu abrazo el que trasforme mi universo y me lleve hasta el más allá.
De tan poco (que no es para nada poco) me inspiras y me haces soñar, con eso que anhelo tanto, tu tacto, tu cuerpo contra el mio.
Esa música cautiva destaca tu genoma y me habla de ti. En los momentos en que se oye solo escucho tu esencia. Eres lo que me imagino. Desde que te conozco comienzo a creer en dios. Porque quizás los que llamen a dios, te estén rezando a ti.
No llores amor. Desde el momento en que te dirigí la palabra, no volviste a estar sola nunca más. Estaré sentado en la capota, envolviendo con pies y manos tu cuerpo, mirando juntos hacia el cielo.
Algún día lloraremos juntos al observar aquella belleza magnética, y sonara esta melodía desde el interior del vehículo. Besare tu mejilla y probare la lagrima.
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