domingo, 15 de septiembre de 2013

Sigo solo / Celoso


Dolido y angustiado, por la infinidad de momentos ganados y no remunerados. Bebí de aquel elixir, que no era más que alcohol viejo y soviético. Buscaba algo que me hiciera creer que alguien se preocupaba por mi. Esa bebida a veces llevaba nombre de mujer, mujer hermosa, inteligente, de las que solo puedo enamorarme. Jamas la vi reír, solo la imaginaba llorar y hasta en su dolor encontraba dulzura, algo seductor que a veces imaginaba lo carnal, sin desencadenar en un auto complacimiento, solo amor, solo abstracción.

El insecto que desata su paciencia surcando su abitad posee más que yo, es testigo, y capaz como criatura de poseer el honor de acompañarla y compartir su aura. Lo capturaría, lo mataría y lo comería, para tan solo tener un poco de ella.

Era pura contemplación, era un paisaje de fotografía postal, una edificación humana o natural que anhelas visitar, y sin medios ni posibilidades crees en verdad que tus ojos las verán. De esas mujeres es o era. Solo en mi mente vive plena, fuera, fuera es ella y la realidad que nos aqueja.

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