jueves, 7 de noviembre de 2013

Busco cicatrices


[Quería escribir algo para vos, porque al llegar de madrugada al fondo, tu voz hizo sonreír mi rostro. Un ardor que apago el calor que incendiaba todo, incinerando las llamas que hacen crecer esperanzados brotes de lagrimas. Si piensas que te hablo por soledad, significa que aun no te he mostrado la realidad]

Ninguno de nosotros va a confesar que no somos así en realidad
No espero la confesión de tristes realidades ni la replica de un alarido del todo razonable. Recuerdo que en fotografías te vi llorar, que también capturaron una minúscula sonrisa, tengo en mente aquellas imágenes de ti aun más joven, la de mi nombre en tu mano y el helado blanco que probaba en ilusiones. Los muros del subconsciente forran con las capturas de tus recuerdos todos los recovecos donde el dolor se hace viejo, porque el tiempo se hace abuelo y con el navegamos hacia el mismo desierto. Podría pedir tu mano, y tu una vida de consuelos, instantes gloriosos, varios músculos de refuerzo, una voz que nunca te callara, una familia que intentar, encontrar mi amor, y a partir de una confirmación todo un universo. Una caja de fotografías modernas, repleta con imágenes de una nueva existencia, que construimos con aquel amor que a lo largo de las vidas jamas se encontró, que solo rozo fieles momentos, aventuras únicas, secuencias olvidadas por sus interpretes que en absoluto saldrán del inconsciente de sus oyentes. Inmemoriales, eso busco ser, serlo para ti y para mi, dos almas cobardes encontradas en un mundo atemorizarte, seamos esa mitad que falta en el uno. Unidos podremos hacer algo para estar siempre juntos, si tu lo intentas sola no podrás, luchando por ti me di cuenta de esa verdad, solo la sangre que brota ahora de mis entrañas podrá dibujar en la piel de mi rostro una señal, el llanto de dolor que perdura tras la batalla que se mezcla con el canto que me llama. Si estamos juntos llegaremos al hogar.
Como sirena tendrías que entender, que de tu canto yo no puedo esconderme. No es lo que eres quien eres, es lo que somos cuando no encontramos viéndonos. Retrocedemos ante lo mismo que vemos y dejamos de vernos, y cuando los ojos se cierran y entramos en sueños, allí estaremos sintiendo, observando el destino que nos enseña nuestro primer encuentro. Por mi parte quiero dejar de soñar y hacer realidad esa visión de anhelo.
Si nuestros sentidos no se mezclan no sabrán, y morirán con miedo, entre el miedo que tememos encontrar al final del trayecto. Evoco el momento donde eres capaz de dar el paso y dejar atrás el pasado, subir y cabalgar por la senda de energía que nunca nos separara, ni ahora ni en la eternidad.

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