viernes, 28 de octubre de 2016

Lazo de hechicero


La rusa acomplejada regresa con cambio de nacionalidad, la prevista en amistades antiguas, un clon habitual de la inamadurez que la cadena de contactos hegemoniza. Cambiando y mejorando la sonrisa.
La frontera hace su trabajo disfuncional, atrayendo partículas hacia el hogar, un lugar de baja intensidad ante conclusiones amigables.
Sin duda la drogadicción tiene su gracia, creando personajes clowns de nula habilidad. Penas patéticas que destapan la auto humillación, que recuerdan partes rotas de un amor mitificado. Aceptando la penosa tarea de lo que los hombres desean, buceo en entrañas de mi prepotencia, anhelando poseer lo nuestro, lo perteneciente a la inversión del tiempo.
El rostro humilde encubierto por un cabello oscuro, la falta insana de músculo o grasa. Los tamaños completos reducidos. Carácter particular a consecuencia de almas putrefactas. Un conjunto de defectos atractivos al morbo. Piedad a la necesidad de un afecto pegajoso. Altas horas de la oscuridad y luces anaranjadas. Liberando del cuerpo lo que corroe las mantas.
Rubias falsas, morochas, el lazo del hechicero crea lindas locas.

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