Paseos abismales, por lo lejanos e
insondables. Son como el ayer de un pensamiento presente.
Fantasmagóricos sueños sin posesión de luz que claman por la
conciencia desesperanza. Un virus consciente desolado por su
condición.
De aquella manera entiendo el desencuentro, y entre la sabiduría desconforme reniego de lo exacto para encontrar el norte.
Cambiamos montañas por océanos, pero los nombres propios siguen siendo otros. Esa burla ajena se mantiene persistente y nos afecta, filosóficas barreras.
Observo en la sonrisa que imagino ver, una felicidad por lo que podría llegar a ser. Esa sonrisa tan hermosa y llena de falsedad que aparecen plasmadas en las fotografías, el recurso del amor propio.
Luchare por las mentiras porque son realmente mías, escondiendo en su utilidad una verdad encriptada en una vida desclasificada; paralelismos del alma.
De aquella manera entiendo el desencuentro, y entre la sabiduría desconforme reniego de lo exacto para encontrar el norte.
Cambiamos montañas por océanos, pero los nombres propios siguen siendo otros. Esa burla ajena se mantiene persistente y nos afecta, filosóficas barreras.
Observo en la sonrisa que imagino ver, una felicidad por lo que podría llegar a ser. Esa sonrisa tan hermosa y llena de falsedad que aparecen plasmadas en las fotografías, el recurso del amor propio.
Luchare por las mentiras porque son realmente mías, escondiendo en su utilidad una verdad encriptada en una vida desclasificada; paralelismos del alma.
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