sábado, 24 de mayo de 2014

Un lugar del infinito


Llegas con cada mañana, me deleitas con cada anochecer, tu presencia celeste me cautiva. La miel de media noche. Sin saberlo te observo, desde un lugar secreto de mi mente, entre el laberinto del cerebro existe un camino que lleva directamente hacia ese lugar donde todo lo bello abita. Donde todo lo mágico se reúne.
Estas sentada, dormitando en un trono hecho de montañas de caramelos. Con la diadema de cristal colgando entre los dedos, la espada clavada entre un cumulo de azúcar cristalizada, el parasol rodeado de almohada entre un brazo. Solo tú, en aquel lugar del pensamiento, un paraíso de deseos, un sueño entre sueños. Dentro del palacio de arena te encuentro, llegado de un lugar muy cerca y muy lejos. Tus animales preferidos me escoltan a tú acercamiento. Despiertas de un bostezo, te miro, sonriendo desde dentro, sonriendo a medida que tus pasos saltan a mi encuentro. Saltas al abismo. Me besas sin permiso en un lazo infinito.

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