Siempre a mi lado, siempre surcando sueños acalorados entre malezas con ratones de jamón y ciudades de cartón.
Un hogar de cataratas, de caricias no buscadas, de estufas desprogramadas, un hogar, uno nuestro.
Nunca mío, nunca un amo, solo iguales, una familia. Donde el dúo de uno se rompe siendo solo dúo y en esencia solo uno.
El latir en la palma permanecerá en un palpito fantasmal. Un sonido que invita a gritar y mimar, a golpear en masajes agresivos de placer felino. Un recuerdo de manías preciosas he irritantes que hacen único.
Los llantos acallados por tu presencia ronroneaste. Los individuos de corazón pensante no fueron capaces. La raza denominada inferior fue la superior. Mejor persona que las personas.
Pero el siempre de siempre sera hasta mi un siempre perfecto, hasta el reencuentro. Dejando de pensar en un siempre-quizás, para vivir un siempre de verdad.
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