sábado, 11 de enero de 2014

Raíces de la vida de carne


Durante mucho tiempo la única rama valida de la Historia ha tratado de averiguar al despegarse del convencionalismo, para dar un rumbo lógico en la predicción y análisis producido por los sucesos de la vida, que han perdurado y marcado el tiempo de una época. Pero quizás la esencia misma del archivar los hechos sea también parte del conflicto repetitivo que lleva a momentos futuros. Se toman ejemplos y referencias claras como moneda inspiradora de previos crímenes. Es evidente que no se pueden evitar masivamente los traumas infantiles que inician guerras de devastación, pero en cierta forma los libros forman parte del juego psicológico que aportan referentes de futuros prometedores para el mal. Justificantes humanos; recordar sirve para recordar, recordar no repetir, recordar las posibilidades también entra en los planes de los que buscan ese perdón precedente para actuar.

Perderse en la ignorancia del pasado puede aportar el olvido, acallando una capa de la llama que enciende la lucha de temores de inocentes niños. La promesa de modernos métodos creativos para los fines de pérfidos muchachos, que en ilusión de madurez arrasan al filo de hachas bañadas de modernismo. Un caos desfasado de moda.

Desconocer su sabor sangriento invita a trepar por fruta.

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